ROMA.- La Corte de Casación italiana confirmó ayer la condena perpetua para el ex capitán de la marina argentina Alfredo Astiz por la desaparición y muerte de tres ítalo-argentinos en la dictadura militar del país sudamericano (1976-1983), según fuentes judiciales.
La Corte confirmó igualmente la condena a cadena perpetua para los capitanes de navío Jorge Eduardo Acosta y Raúl Vildoza, así como para el contraalmirante Antonio Vañek.
El quinto militar juzgado y condenado por el mismo caso, el prefecto naval Héctor Antonio Febres, murió en diciembre del 2007.
Los militares, que operaban en el centro clandestino de detención y tortura de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Buenos Aires, estuvieron ausentes durante el proceso y, por lo tanto, fueron juzgados en rebeldía, como prevé la legislación italiana.
Los oficiales argentinos fueron condenados por el homicidio premeditado de Angela María Aieta --madre del líder de la Juventud Peronista Dante Gullo--, secuestrada el 5 de agosto de 1976, así como de Giovanni Pegoraro y su hija, Susana, ambos secuestrados el 18 de junio de 1977.
Todas las víctimas tenían nacionalidad italiana y pasaron por la tristemente célebre ESMA. La sentencia fue anunciada tras cuatro horas de reunión por la máxima instancia judicial italiana.
Los militares argentinos habían sido condenados el 14 de marzo del 2007 a cadena perpetua por la II Corte del Tribunal Penal de Roma que convocó como testigos a más de 50 personas, entre ellos historiadores, jueces, abogados, periodistas, sobrevivientes y familiares. (AFP)