La organización protocolar de la asamblea legislativa del próximo domingo, donde la presidenta Cristina Fernández de Kirchner abrirá un nuevo período de sesiones, generó un nuevo cruce entre el gobierno y el vicepresidente Julio Cobos.
Ayer, por la tarde, funcionarios de Ceremonial de Presidencia se reunieron en el Senado con personal de distintas áreas de la Cámara alta y, tras media hora de reunión, solicitaron a los presentes que permitieran mantener un encuentro a solas con su pares de Senadores para analizar cuestiones específicas.
De acuerdo con fuentes gubernamentales y parlamentarias, el tema habría girado en torno a la recepción de la jefa del Estado, ya que mientras Cobos pensaba recibirla en la explanada del Congreso, como es de rigor según el protocolo, desde Presidencia se quería cambiar esa forma. En el medio de la situación, también hubo tensión por la televisación de la ceremonia. Hasta el año pasado, siempre se hizo una transmisión conjunta entre Canal 7 y Senado TV, pero el vicepresidente habría ordenado, en principio, que solo el personal de la Cámara quede a cargo de la emisión.
Tras una serie de idas y vueltas se acordó que el canal estatal instalara cámaras en el interior del Congreso y el habitual camión de exteriores en las puertas del Palacio. Otra muestra del clima reinante fue el cambio de horario para la realización de la Asamblea, que primero había sido convocada para las 13 del domingo y luego, para las 10.15, situación que anoche parecía la definitiva. De acuerdo con el cronograma oficial, a las 10.15 comenzará la asamblea, que elegirá dos comisiones de cuatro legisladores por Cámara para recibir la presidenta.