Un chico de 7 años murió luego de incendiarse su casa. Una pareja de médicos españoles habían logrado rescatarlo, aunque desvanecido por respirar una importante cantidad de humo. Sin embargo, hoy por la tarde confirmaron su deceso en el hospital.

El chico estaba internado en el sector de terapia intensiva pediátrica, con respiración asistida, porque pese a que recibió auxilio profesional inmediato, cuando fue rescatado ya habrían transcurrido 15 minutos desde el comienzo del incendio.

El dramático episodio se produjo en el domicilio situado en la calle Lilinquén 354, del barrio Pinar de Festa, en la planta alta de la casa y por motivos que la policía investiga. El llamado a los bomberos y la alarma al vecindario la había dado un hermano de la víctima, Tomás, de sólo 10 años.

Después, el menor pidió auxilio a los responsables del hostel “Alaska”. Los solidarios vecinos y la pareja de médicos españoles, Sara y Fernando, ingresaron varias veces, con una linterna y conteniendo la respiración al atravesar una espesa capa de humo, dado que las llamas se habrían apagado solas, y no encontraban al niño. Ante la insistencia y el pedido desesperado de Tomás, Sara abrió la ventana de una habitación contigua y al salir el humo por la abertura pudo rescatar a Lucas, que estaba desvanecido en el suelo.

Cuando llegaron los bomberos, la policía y más tarde la ambulancia, el menor había recibido los primeros auxilios por parte de los profesionales españoles, pero no obstante ingresó al hospital en estado muy grave y hoy por la tarde falleció.

Agencia Bariloche