| NEUQUÉN (AN).- Con el clima a su favor, los carnavales del oeste, una festividad barrial que comienza a transformarse en una marca registrada, volvieron a iluminar la tarde noche de la ciudad. Murgas, comparsas y carrozas cerraron una tarde de calor y fiesta que fue la envidia de los habituales puntos de recreación en el centro. Cerca de las 20 de ayer comenzó el desfile sobre calle Novela, entre Godoy y Casimiro Gómez, luego de la presentación de varios grupos de música que debieron esperar una semana para debutar en la fiesta de los barrios. Es que en un principio, la organización tenía previsto lanzar la fiesta la semana anterior, pero debido a las fuertes ráfagas de viento debió ser suspendida hasta ayer. La espera valió la pena y los vecinos se plegaron en masa a los festejos. Durante la presentación, Martín Farizano dijo la semana pasada que la realización del carnaval tenía que ver con la necesidad de generar espacios en los que "sea agradable vivir". El secretario de Gobierno, Mariano Mansilla, destacó el regreso de los carnavales, una festividad olvidada en la capital provincial y más usual en los pueblos del interior, "porque nacen de un sector muy popular de Neuquén y se trata del fruto que se ha mantenido desde hace tiempo, ya que comenzó con el Neuquén Cultural hace diez años", dijo. Ayer fue el día del regreso de la festividad. Para los vecinos fue un momento de alegría y para vivirlo no tuvieron que tomar dos colectivos para llegar hasta el centro. Esta vez la cosa fue a la inversa y fue el oeste el lugar de la celebración.
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