NEUQUÉN (AN).- La aventura de irse a vivir solo requiere para un joven neuquino un piso de 1.600 pesos mensuales que apenas le alcanzarán para pagar el alquiler más barato, impuestos, comida, movilidad y un celular.

El aventurero se verá imposibilitado de ahorrar y se le sumará un largo listado de impedimentos como por ejemplo comprarse ropa, libros, fumar y salidas nocturnas entre otros. Ante esa posibilidad de vida independiente pero demasiado sufrida, muchos optan por quedarse con los padres naufragando entre la incomodidad y una adolescencia extendida.

Cualquiera de las dos opciones generan frustración y angustia a quienes con esfuerzo buscan desarrollar su propia vida.

La sociedad ofrece una pirámide de desarrollo para los individuos que cuando no se cumplen medianamente termina afectándolos.

Se nace, se interactúa con la familia, se inicia la etapa de socialización fuera del hogar y en distintas instituciones principalmente la escuela. Luego deviene la adolescencia que va a concluir con la salida de la casa y la conquista de la independencia que ayudará a fortalecer al ser quien deberá manejar sus tiempos y su propio espacio.

Muchas veces esa salida coincide con el comienzo de la vida universitaria pero en muchos casos los jóvenes que estudian viven bajo el techo materno y una vez que se reciben buscan concretar el despegue del hogar que suele ser muy complicado por los factores económicos.

Una década atrás varios eran los jóvenes que, inclusive antes de recibirse, podían aventurarse a conquistar su independencia que va más allá de lo económico.

El salir del techo y dejar atrás a los padres, obliga al sujeto a generarse obligaciones y responsabilidades mínimas que ayudan a su sostenimiento y que inclusive alimentan en forma positiva el autoestima.

Pero hoy esta aventura parece más un desafío que una búsqueda personal.

La aventura

Al salir a buscar dónde alquilar se dependerá de lo que se quiera desembolsar y de saber a que zona mudarse por la inseguridad.

Los altos valores de los alquileres son un condicionante importante. Un departamento de un dormitorio sin expensas y sin cochera no baja de los 950 pesos en zonas del oeste o Villa Farrel o Confluencia. Por encima de los 1.200 pesos y en promedio rondará los 1.500 pesos o más, dependiendo del lugar. Pero hay muchos casos en los cuales los alquileres flotan entre los 1.600 y los 2.000 pesos. La mayor parte de la la oferta está dirigida a los empleados de la industria petrolera.

Con el pago de la renta el joven y diezmado bolsillo deberá enfrentar otros gastos. Entre 400 y 900 pesos será el costo mensual en alimentos dependiendo de si se busca un circuito de compras baratas o si por comodidad se va sólo al supermercado.

Se debe calcular unos 100 pesos más para cumplir con los impuestos. Además, deberá contar con unos 84 pesos en promedio para transporte o más en el caso de tener horario partido o tener que ir a la universidad.

A la lista de necesidades hoy también se suma un teléfono celular que como mínimo tiene un abono mensual de 40 pesos.

Complicado

En definitiva, con 1.600 pesos como mínimo y sin desembolsar ni un centavo en actividades de ocio rentado como puede ser ir al cine, comprarse un libro, concurrir al boliche, salir con amigos a cenar y comprarse ropa, se puede llegar a emprender la aventura de vivir en una complicada soledad. En caso de que al listado se le quiera agregar un par de salidas y algo de ropa la cifra trepa rápidamente a los 2.000 pesos mensuales.