BUENOS AIRES (DyN).- La crisis financiera internacional podría empujar este año a una fuerte contracción del comercio exterior y por la baja, tanto de exportaciones como de importaciones, el gobierno dejaría de recaudar unos 5.500 millones de dólares.

Así lo pronosticó el área de Estudios Económicos del Banco Ciudad, que subrayó que "con excepción del gobierno nacional, ya nadie discute si la economía argentina entró en zona de recesión".

En este marco, la entidad indicó que "las perspectivas para las exportaciones en el 2009 son ciertamente negativas" y difundió sus proyecciones "en un escenario base que asume precios de exportación en los actuales niveles".

Así, este escenario implica "una reducción de los valores exportados por efecto precio del 16% anual".

De acuerdo con los analistas del banco, "a la caída de precios se le suman la disminución del área sembrada en varios cultivos, principalmente trigo y maíz, y el efecto de la sequía sobre los rindes".

En consecuencia, "la caída de cantidades exportadas podría rondar el 11% por el impacto de la menor cosecha y la contracción de las exportaciones industriales".

En total, "el escenario base para el 2009 proyecta exportaciones por 52.600 millones de dólares, es decir, un 26% menos que en el 2008".

De cumplirse este escenario "implicaría una espectacular caída de 18.000 millones de dólares respecto a 2008, una cifra superior al balance comercial de todo 2008: 13.175 millones".

La contracción de las exportaciones y la reducción del nivel de actividad "forzarán una segura contracción de las importaciones, que ya comenzó en el último trimestre del 2008".

De acuerdo con las proyecciones del Ciudad, las importaciones "podrían caer este año con igual intensidad que las exportaciones". Así, en el escenario base para el 2009, las importaciones "podrían reducirse un 24% por el menor nivel de actividad y financiamiento disponible para comercio exterior y las medidas restrictivas que el gobierno nacional ha venido implementado".

De esta manera, "en un escenario de crecimiento nulo, las importaciones pasarían a representar un 11% del producto, comparado con el 14% del 2008".

Como estrategia defensiva ante la menor oferta de divisas y las devaluaciones de Brasil el gobierno está implementando medidas destinadas a reducir las importaciones. Aunque la menor actividad local asegura una menor demanda de importaciones, el gobierno apunta a cerrar la brecha externa con mayores restricciones comerciales y medidas paraarancelarias. En este marco, "el contexto externo condicionará la recaudación y amenaza con limitar severamente los planes de gasto del gobierno".

Según el análisis, "por un lado la caída de las exportaciones restará 3.000 millones de dólares de recaudación en concepto de retenciones" y, por otro, "menores importaciones aseguran menor demanda de dólares pero implican una fuerte caída de la recaudación del IVA, que podría superar los 2.500 millones de dólares en el año".