MADRID (DPA).- El juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón fue dado de alta en una clínica madrileña tras ser ingresado el viernes a causa de una fuerte crisis de ansiedad.

El magistrado, de 53 años, abandonó el hospital al mediodía tras someterse a pruebas de esfuerzo que sirvieron para descartar problemas cardíacos más graves.

Mientras tanto, el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió durante un mitin celebrado en Vigo que su Ejecutivo no permitirá la intimidación de "jueces, ni fiscales ni policías" que luchen contra los delitos de corrupción.

Sus declaraciones se producen en respuesta a lo que "se está viendo y viviendo" en los últimos días y a "algunas cosas que han dicho dirigentes del (opositor) PP en las últimas horas", añadió.

Garzón había abandonado la Audiencia Nacional por la tarde del viernes al sentirse indispuesto y con un fuerte dolor en el pecho, por lo que fue trasladado a una clínica de la capital, donde le diagnosticaron una fuerte subida de tensión.

Tras estabilizarlo, los médicos ordenaron que el juez permaneciera en observación hasta ayer al mediodía.