BUENOS AIRES- La noche de la tragedia del boliche Cromañón, el 30 de diciembre de 2004 y que costó al vida de 194 jóvenes, "alguien" cortó la luz y la interrupción del suministro no obedeció a un cortocircuito ni una cuestión fortuita, sino a una conducta humana.
Así lo reveló Sergio Piñeyro, ex iluminador del grupo "Callejeros" quien era el encargado de "operar las luces" en los recitales de la banda.
El testigo narró detalles acerca de cómo apagó las llamas de los equipos de iluminación con su remera ya que el matafuego que tomó "no funcionaba" mientras "desde el techo llovía fuego".
El local "estaba muy lleno, era un caos", sostuvo Piñeyro quien aclaró que "el piso estaba lleno de cuerpos y caminábamos por arriba de la gente" en el intento de abandonar el lugar en búsqueda de auxilio. (Télam)