PEKÍN (AFP) - La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, inició ayer una visita a China, última etapa de su gira por Asia, con el deseo de que el espinoso tema de los derechos humanos no bloquee las discusiones sobre la crisis económica mundial o el cambio climático.
"Las sucesivas administraciones (estadounidenses) y los gobiernos chinos se han agitado con esa cuestión (de los derechos humanos) y hay que seguir presionando. Pero no debe interferir con la crisis económica mundial, el cambio climático y la seguridad", dijo la jefa de la diplomacia estadounidense al partir de Seúl rumbo a Pekín.
El comentario de Clinton refleja la actitud pragmática adoptada por la Administración de Barack Obama, que parece no tener otra opción que trabajar con el gobierno chino, dado que sus intereses mutuos económicos, políticos e incluso medioambientales cada vez son más interdependientes.
En Seúl, Clinton instó a Corea del Norte "a cesar su guerra verbal" contra su vecino del Sur y advirtió al régimen comunista de Pyongyang que proferir injurias y amenazas contra los responsables surcoreanos no favorecerá la mejora de las relaciones con Washington.
En China, donde permanecerá hasta el domingo, la secretaria de Estado se reunirá con el presidente chino, Hu Jintao, el primer ministro, Wen Jiabao, y el jefe de la diplomacia, Yang Jiechi. "No sabemos aún cómo dialogaremos sobre la crisis económica y los problemas de seguridad" como el extremismo en Afganistán y Pakistán, explicó también Clinton. "Si hablamos de eso, en gran medida es porque ahí están las posibilidades de intercambio. Lo que no quiere decir que estemos menos preocupados" por la cuestión de los derechos humanos en China, especificó. Pekín es la cuarta y última etapa de la gira asiática de Clinton, después de Corea del Sur, Indonesia y Japón, en su primer viaje al extranjero como miembro de la administración del presidente Barack Obama. China, aliada de Corea del Norte, es además la anfitriona de las negociaciones a seis (las dos Coreas, Estados Unidos, Japón, Rusia y China) para desmantelar las instalaciones y programas nucleares norcoreanos.
Antes de su gira, Hillary Clinton abogó por un diálogo ampliado con Pekín para distinguirse de la administración del anterior presidente estadounidense, George W. Bush, más centrada en las cuestiones económicas. Clinton desea una mayor cooperación en la seguridad regional y la lucha contra el cambio climático y las enfermedades pandémicas.