NEUQUÉN (AN)- Al comerciante José Santos Cuevas Rebolledo (43) lo mataron de un escopetazo con una tumbera en presencia de su esposa. Pero para la justicia el reconocimiento que hizo la mujer es insuficiente y no hay ninguna otra prueba que confirme que el autor del crimen fue Lautaro González, por lo que ayer se dispuso su absolución y quedó en libertad.

González, alias Jamaica, de 20 años, fue detenido horas después del crimen junto con otras personas. Ayer se leyó la sentencia que lo absolvió, dictada por la Cámara Criminal Segunda.

El 1 de enero del año pasado a las 23:40, tres personas ingresaron al comercio "Pecos", ubicado en Manquinao y El Salvador de Centenario.

Redujeron a la dueña y amenazaron a su esposo, Cuevas Rebolledo, quien se resistió. Uno de los ladrones le disparó desde muy corta distancia con una escopeta casera causándole la muerte por las gravísimas heridas. Luego los tres huyeron con 200 pesos.

González se declaró inocente, y dijo que a esa hora estaba en su casa mirando películas. La viuda, en cambio, lo acusó de ser el autor y lo señaló en una rueda de personas.

La sentencia, con el voto principal de Héctor Dedominichi y la adhesión de Emilio Castro y José Andrada (quien agregó argumentos propios) señala que "el instante en que (la mujer) pudo tener un contacto directo con quien quedó a cara descubierta (el autor) fue fugaz" y necesitó conversar con otras personas para "deducir" que González fue el que disparó contra su marido.

"La única base objetiva de la acusación es un testimonio que no se encuentra corroborado por otra prueba", agrega el fallo.

Por lo tanto, las pruebas "no permiten afirmar que González haya intervenido en el hecho" por lo cual se dispuso su absolución.

El camarista Andrada puntualizó que ningún elemento se encontró en el allanamiento a su vivienda que lo involucre en el hecho.