VIEDMA (AV)- El Director Nacional de Sanidad Animal, Jorge Dillon, aceptó la postergación hasta marzo de la primera aplicación de la vacuna contra la fiebre aftosa, como le solicitaron los productores ganaderos rionegrinos. No obstante, pidió el máximo esfuerzo para que la vacunación se concrete y comprometió el aporte de la totalidad de las dosis necesarias.
Por su parte, el ministro de la Producción, Juan Accatino y el director de Ganadería, Tabaré Bassi, prometieron el apoyo económico -unos tres millones de pesos- para afrontar el costo operativo que implica la aplicación de los medicamentos.
Ayer, por la mañana, los funcionarios se reunieron en la Sociedad Rural de Viedma con los productores ganaderos para escuchar la descripción del complejo panorama de la actividad en la región y acordar medidas relacionadas a la vacunación que debía comenzar durante el mes en curso.
Trabajo conjunto
Se acordó trabajar en conjunto entre SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), gobierno provincial y productores para establecer un mecanismo específico a aplicarse durante la primera campaña de vacunación contra la aftosa de este año, en el marco de la fuerte sequía que atraviesa la provincia.
Por ello, se trabajará durante los próximos días en el diseño de esta campaña que comenzará el próximo 1 de marzo y que contará con 600.000 dosis gratis que serán aportadas por el gobierno nacional y, con un aporte de 3 millones de pesos por parte del Ministerio de Producción para cubrir los gastos operativos de la vacunación y la compra de alimento para los días de encierre que demande la inoculación.
"Comprendemos el esfuerzo que deben realizar nuestros productores por la intensa sequía y compartimos con SENASA la necesidad de mejorar el nivel de inocuidad de la zona vacunal", explicó Accatino al respecto.
Además Dillon recorrió algunos campos de la zona y en diálogo con la prensa admitió que la experiencia resultó "un shock", "un fuerte impacto, aunque reconozco que los productores me dijeron que no vi lo peor sin embargo lo que vi a uno no sólo lo preocupa, sino que me angustia", indicó.
Dijo Dillon que "no vacunar la hacienda implica ir aumentando los riesgos dejándola con poca inmunidad ante una posibilidad de oferta de virus".