NEUQUÉN (AN).- Luego de un enero ausente de grandes espectáculos, la ciudad vuelve a encender marquesinas y subir el volumen para iniciar su programación anual. Para empezar a calentar motores hoy, a las 22, en el Casino Magic, el genial Juan Carlos Baglietto presentará su último disco "Sabe quien...". Y no será su único recital. Mañana, el músico será el encargado de cerrar la Fiesta Provincial del Bosque, en Lago Puelo (ver aparte en Guía del Ocio).
El estreno de su último material fue hace tres años en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires y, desde entonces, las canciones compuestas por talentos como Adrián Abonizio, Rubén Blades, Jairo, Jorge Fandermole, Olga Román y Roque Narvaja recorrieron todos los rincones del país.
Juan Carlos Baglietto es el indiscutible referente de la música popular argentina de los últimos veinte años. Trovador dotado de una lúcida percepción, armó su último trabajo con canciones como las de siempre, pero con una visión diferente. En ese gran compilado de temas se destacan "Me asomo", "Parado", "El faro", "Carcará", "Ángel y demonio" y "Tiempo de silencio".
Manteniendo su tendencia de incorporar en cada nuevo disco algo innovador, algo clásico y siempre la excelencia, para "Sabe quien.." Baglietto reunió a prestigiosos músicos. Así la banda se integró por Daniel Homer en guitarra, Cristian Judurcha en batería, Juan Miguel Perone en percusión, Víctor Carrión en vientos, Adrián Charra en teclados y Guido Martínez Quinzio en bajo y contrabajo. La pincelada final la dio Lito Vitale, en cuyo estudio se realizó la grabación y quien junto con Gustavo Segal y Juan Belvis estuvo a cargo de la producción general.
No es la primera vez que este binomio de genios da como resultado obras para el recuerdo. El primer encuentro fue en 1991, cuando lanzaron "Postales de este lado del mundo", luego repitieron la fórmula en 1999 con "Postales del Alma", en 2000 con "No olvides...", en 2001 con "Qué más hacer en esta tierra incendiada sino cantar" y en 2003 con "La despedida".
"Sabe quien..." es quizás, según el propio músico reconoció ante la prensa, es su disco más intuitivo, alguna vez frente a los micrófonos reconoció que "canto las cosas que me emocionan o me representan, cosas que supongo, emocionarán a los demás como me emocionan a mí". Sin duda, ésa es la fórmula empática del éxito de este rosarino, que en sus tres décadas de permanencia en el escenario musical supo con maestría ponerles voz al rock, al tango, a la balada, a la canción testimonial y al folclore, imponiendo un estilo único e irrepetible.