BUENOS AIRES- Un hombre y su pareja, ambos de 29 años, fueron detenidos en la localidad bonaerense de Pablo Podestá, acusados de ser los autores materiales del crimen del policía Aldo Garrido, ocurrido el martes cuando intentó frustrar el robo a un comercio en pleno centro de San Isidro.

Tras los arrestos, el superintendente de la Policía Bonaerense, Daniel Salcedo, aseguró a la prensa que el hecho está "debidamente probado y esclarecido". Incluso, fuentes policiales indicaron anoche que el hombre confesó ante la Fiscalía de San Isidro la autoría del hecho, aunque esta versión no pudo ser confirmada en sede judicial.

Los sospechosos fueron arrestados por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones de San Isidro, durante un allanamiento a una vivienda situada en la calle Benito Pérez Galdós 8794 de Pablo Podestá.

Los detenidos fueron identificados como Néstor Luque, un ex convicto que hace pocas semanas había recuperado su libertad, y su mujer, Débora Acuña, ambos de 29 años y padres de un niño de 8 años que se encontraba en el lugar y quedó en guarda de la abuela para su custodia provisoria.

En el lugar, también fue arrestado el dueño de la vivienda y cuñado de Luque, sospechado de encubrir a la pareja que fue acusada por el homicidio de Garrido. En la vivienda se secuestraron dos armas: una pistola 9 milímetros, que sería la del policía asesinado, y otra de calibre 32 largo, además de ropas manchadas con sangre.

Los detenidos quedaron a disposición de los fiscales de San Isidro Diego Callegari, María Virginia Toso y Eduardo Rodríguez, quienes los indagaron esta noche. Según indicaron voceros policiales, Luque confesó ante los fiscales ser el autor de los disparos.

Luque había salido en libertad el 2 de febrero, por disposición del Tribunal Oral en lo Criminal número 2 de San Martín, en el marco de una causa por portación ilegal de arma de guerra, iniciada en el 2006. Por esa causa, Luque estuvo detenido cerca de dos años en la cárcel de Olmos, tras lo cual se le concedió el beneficio de arresto domiciliario mediante monitoreo por tobillera electrónica, hasta que hace dos semanas se le concedió la libertad definitiva.

Asimismo, señalaron que el cuñado tenía como antecedentes una causa por robo calificado, también del 2006, en la que intervino la Unidad Fiscal de Instrucción 3 de San Martín y por la cual estuvo preso en una comisaría.

El puntapié inicial que permitió la detención de los presuntos autores del crimen de Garrido fue el hallazgo de un llavero con el foto del hijo de la pareja en la escena del crimen y unos boletos de un colectivo que cumple recorrido en la zona, que se les habrían caído a la mujer en la huida. (DyN)