MÉXICO (AP/AFP/"El País") .- Los narcotraficantes mexicanos no resisten a los masivos operativos militares sólo con las armas. Junto a las intensas balaceras que se produjeron en los últimos días, que han dejado decenas de muertos, también han ganado las calles protestas contra los "abusos" militares que pretenden instalar el tema del retiro en los medios de comunicación.

El martes, decenas de personas bloquearon varios cruces internacionales en la frontera con Estados Unidos y varias carreteras en al menos cuatro estados del país para exigir el retiro de las calles del ejército.

Las protestas, con la participación de mujeres y niños en algunas de ellas, se registraron en algunos puntos de los estados de Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz, informaron diversas autoridades locales.

En Monterrey, capital del estado norteño de Nuevo León y donde la semana pasada iniciaron ese tipo de bloqueos, se registraron dos nuevas protestas. A lo largo del día se reportaron nuevas manifestaciones en los otros estados, incluidas en los cruces fronterizos de Reynosa, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo.

El enviado del diario "El País" de España reveló ayer el modus operandi de algunas de estas protestas. Primero, dos camionetas 4x4 con los vidrios poalrtizados cierran la circulación en la calle; luego, salidos de la nada y portando pancartas, un centenar de personas se "manifestaba" en contra del ejército mexicano. Y finalmente, a los periodistas que salían de las redacciones, algunos manifestantes les tomaban fotos y videos. A diferencia de otras manifestaciones populares, recuerda un periodista que las presenció y que pidió el anonimato, en ésta "no gritaban, ni nada, era silenciosa, todo era muy silencioso; y las pancartas que portaban son muy parecidas a las de Monterrey. En Tampico se decía que los habían enviado los señores", seála el enviado.

Los manifestantes exigen que el Ejército no realice más operativos en contra del crimen porque, alegan, los soldados violan los derechos humanos. Brenda Contreras, de 22 años, dijo que Ciudad Juárez se ha vuelto más peligrosa desde que los militares llegaron y refirió que su esposo fue detenido tres meses antes en una operación y desde entonces no ha sabido nada de él. "¿Dónde está ahora? El ejército sabe. ¿Qué le voy a decir a mis hijas?´´, dijo

Para las autoridades, si bien puede haber casos de excesos y abusos puntuales, las manifestaciones "no responden a una demanda legítima de la gente", sino a una acción concertada del crimen organizado interferir en la lucha contra las drogas.

"Está quedando claro que no se trata de ciudadanos que se manifiestan espontáneamente, ni que quieren ser considerados así", explicó a "el País" Raúl Trejo Delarbre, estudioso de comunicación. "Todo indica que es una expresión para tener peso público de los interesados en reclamar ante el Ejército". Las manifestaciones son conocidas ya como las de los "tapados", porque van encapuchados.

La zona norte de México es escenario de constantes disputas entre presuntos sicarios y fuerzas del orden pese al operativo de más de 36.000 militares que mantiene el gobierno mexicano. La violencia dejó en 2008 más de 5.300 muertes violentas.