En Avellaneda se escuchan expresiones como "ruptura sentimental", "cambios de actitud", "quiebre en la relación", y muchas otras que se ajustan al libreto de las frases hechas cuando un equipo no ofrece respuestas dentro de un campo de juego.
Claro que el origen de los dichos es difícil de descifrar. El sábado se viene el clásico y esta vez ni Independiente ni Racing se pueden mofar de la realidad del vecino. Esta vez ambos están hermanados en la medianía.
En el par de fechas que lleva el Clausura, los dos grandes de Avellaneda ya ha hecho eclosión. No han mostrado signos que inviten a la esperanza de sus hinchas, y se sabe que no sólo por causa de estos dos partidos, la alarma volvió ha encenderse en Avellaneda. El lastre que arrastran Independiente y Racing (y la consecuente falta de confianza) se remonta a mucho más que un torneo. A ningún equipo se le pone en tela de juicio su aptitud por apenas 180 minutos.
Desde que salió campeón en el Apertura 2002, Independiente naufraga continuamente por la mitad de la tabla, y aún más abajo también. carece de valores individuales y colectivos, y varios integrantes del plantel de hoy, se ha fagocitado a más de un técnico. Jorge Burruchaga, Pedro Troglio, Claudio Borghi... ¿también al varias veces "bombero" Santoro? Interino de todos estos DT, "Pepé" agarró la "titularidad" tras la salida del "Bichi", que desde Chile opinó. "El club debe cambiar sus formas para no estar condenado a pasarla mal". "Siempre se contrata al jugador más barato", ya que el hecho de "que Independiente traiga un jugador, es llevarlo a la quiebra", dijo Borghi ayer.
Lo de Racing es aún más complejo. El recuerdo de un equipo reconfortante y feliz, cada vez está más lejos de la retina del hincha, ya demasiado acostumbrado a sufrir.
El sábado, las malas políticas dirigenciales se cobrarán otra víctima. Casi con seguridad Llop o Santoro dejarán su puesto si caen en el clásico. En realidad, los dos ya perdieron. Lo del sábado será apenas un resultado deportivo que no podrá tapar años de desidia y malos manejos. (W. R.)