Ilan Pappé es un prestigioso historiador israelí, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Haifa. Es también director académico del Instituto de Investigación para la Paz en Givat Haviva, así como autor de numerosos libros, entre los cuales se destacan A History of Modern Palestine, The Modern Middle East y The Israel/Palestine Question.
El año pasado se editó en lengua castellana -Memoria crítica, Barcelona, 2008- una obra suya que resulta fundamental para comprender los antecedentes y las razones históricas por las cuales se produjo el ataque militar israelí contra Gaza, en enero último. Su título es "La limpieza étnica de Palestina", lo cual le permite plantear sin ambigüedades y desde el mismísimo comienzo, el núcleo de la tesis que habrá de desarrollar a lo largo de sus casi 400 páginas.
Afirma Pappé que en una tarde del mes de marzo de 1948, un grupo de once hombres, conformado por veteranos líderes sionistas y jóvenes oficiales militares judíos, pusieron los toques finales a un plan para la limpieza étnica en Palestina. Y que esa misma tarde enviaron órdenes a las unidades sobre el terreno para preparar la expulsión sistemática de los palestinos de vastas áreas del país.
Las órdenes estaban acompañadas de una descripción detallada de los métodos que debían emplearse para desalojar por la fuerza a las personas: intimidación a gran escala; asedio y bombardeo de las aldeas y centros poblacionales; incendios de casas, propiedades y bienes; expulsión; demolición; y, finalmente, siembra de minas entre los escombros para impedir el regreso de cualquiera de los expulsados.
La meta del plan era, de hecho, la destrucción tanto de las áreas rurales como las áreas urbanas de Palestina, producto inevitable de la ideología sionista, que abogaba por un Estado exclusivamente judío en Palestina, y una respuesta a los acontecimientos que ocurrieron sobre el terreno una vez que el gabinete británico decidió poner fin al mandato.
Según Pappé, ayer como hoy, los choques con las milicias palestinas locales proporcionaron el contexto y el pretexto perfectos para implementar la visión ideológica de una Palestina étnicamente limpia. Sin embargo, la política sionista que en febrero de 1947 se basaba en las represalias por los ataques palestinos, se transformó en una iniciativa para la completa limpieza étnica del país en marzo de 1948.
Una vez que la decisión estuvo tomada, se tardó seis meses en completar la misión. Como consecuencia de ella se produjo el desarraigo de más de la mitad de la población nativa de Palestina -cerca de ochocientas mil personas-, destruido 531 aldeas y vaciado once barrios urbanos.
Afirma que un crimen semejante se ha borrado prácticamente de la memoria pública global. Es decir, que el acontecimiento más formativo de la historia moderna de la tierra Palestina ha sido negado sistemáticamente, y aún hoy sigue sin ser reconocido como un hecho histórico, por no hablar de que sea aceptado como un crimen que es necesario afrontar tanto desde un punto de vista político como moral.
La fábula que la historiografía israelí ha inventado habla de un "traslado voluntario" en masa de centenares de miles de palestinos que decidieron dejar temporalmente sus hogares y aldeas para despejar el camino a los ejércitos invasores árabes que estaban empeñados en destruir el naciente Estado judío.
Las fuentes palestinas, en cambio, muestran con claridad que meses antes de la entrada de las fuerzas árabes en Palestina, y mientras los británicos todavía eran responsables del territorio, las fuerzas judías ya habían conseguido desalojar por la fuerza a casi doscientos mil palestinos.
La limpieza étnica es un esfuerzo encaminado a homogeneizar un país étnicamente heterogéneo mediante la expulsión de un grupo particular de personas y su conversión en refugiados, lo que se consigue demoliendo los hogares de donde se los ha sacado. Posteriormente, se elimina a los expulsados de la historia oficial y popular del país, y se los extirpa de la memoria colectiva.
El historiador Ilan Pappé afirma, sin concesiones ni complicidades, que desde su planificación hasta su ejecución final, lo que ocurrió en Palestina en 1948 constituye un caso inequívoco de limpieza étnica de acuerdo a los términos y definiciones propias del derecho internacional.
Este libro, en síntesis, se refiere a la sencilla pero horrible historia de la limpieza étnica de Palestina, un crimen contra la humanidad que Israel ha querido negar y hacer olvidar al mundo. El autor intenta recuperarla por considerar que se trata de un paso inexorable para que la reconciliación tenga finalmente una oportunidad, y la paz eche raíces en las desgarradas tierras de Palestina e Israel.
MARTÍN LOZADA (*)
Especial para "Río Negro"
(*) Juez Penal - Catedrático UNESCO en Derechos Humanos, Paz y Democracia por la Universidad de Utrecht, Países Bajos.