| RÍO DE JANEIRO (AP) - Desde donde se sienta en el interior del sambódromo de Río, un vendedor de bocadillos reflexiona sobre lo que la crisis financiera mundial significa para "la mayor fiesta de la Tierra´´. Primero, las malas noticias: vienen menos extranjeros al carnaval de este año. "Los gringos que vienen este año son muchos menos y los que vienen gastan menos dinero´´, dijo Cagiza Acides Paixao. Pero por otra parte, en Río nada puede empañar la alegría. "El carnaval en Brasil, con su maravilloso sol, playas, samba todo el año y, usted sabe, las muchachas, brillará con o sin crisis´´, agregó Paixao mientras la música sonaba con rítmica estridencia desde su tenducha. Así será en la fiesta popular irrestricta que se inicia pasado mañana y concluye el 24 de febrero. Aunque se calcula que el porcentaje de extranjeros entre el público bajará al 30% del antiguo 50%, la agencia oficial carioca de turismo cree que los brasileños compensarán la diferencia con unos 719.000 turistas en comparación con los 705.000 del año pasado. Se supone que inyectarán 521 millones de dólares a la economía de la ciudad, poco más que los 510 millones del año pasado. Y el gobierno todavía planea regalar 65 millones de condones. Durante semanas, los informes pesimistas han llenado las páginas de los diarios brasileños: las principales escuelas de samba no tienen el dinero para completar sus carrozas. Algunas ciudades pequeñas del interior cancelaron el carnaval. Con menos dólares y euros de los extranjeros, los locales deberán esforzarse por conseguir el dinero con el que cuentan para sobrevivir todo el año. Las escuelas de samba han tratado este año de conseguir patrocinadores empresariales para pagar los dos millones y medio de promedio que cada club gasta en su espectáculo, dijo Cahe Rodrígues, responsable de diseñar los temas, disfraces y carrozas para la poderosa escuela Grande Río. "Éste será el año de la creatividad, habrá que redoblar esfuerzos para poder competir´´, dijo Rodrígues, cuyo desfile incluirá 2.000 tamborileros y una réplica gigante del Moulin Rouge. Al parecer, algunas de las escuelas competitivas se han visto obligadas a conseguir sólo materiales básicos. Pero el carnaval sigue brillando. | |