CIPOLLETTI (AC).- "Quiero pedirle perdón a la familia presente. Nunca fue mi intención matar a nadie", empezó diciendo el taxista Pablo Daniel Castro (37) al ser indagado en la primera audiencia del juicio que se realiza en su contra.
El imputado no contuvo las lágrimas apenas expresó estas palabras frente a los jueces de la Cámara Primera del Crimen. Castro está procesado por el homicidio de Hilario Antonio Rodríguez, un hecho que ocurrió el primero de enero de 2008 en Cipolletti.
Ayer se realizó la primera de las tres jornadas previstas para escuchar a los testigos. Por la mañana declararon las cuatro personas que estaban citadas, quienes ratificaron sus dichos durante la instrucción. Hoy asistirán policías que intervinieron en el caso.
En la apertura del juicio, los jueces le dieron la oportunidad a Castro de declarar y él aceptó. Fue allí cuando expresó que "antes que nada" quería pedirle perdón a la familia Rodríguez.
Según dijo, en la madrugada del 1 de enero de 2008 iba en su taxi cuando se topó con la víctima y otras personas en la calle. Aseguró que Rodríguez lo "insultó", que le dijo que bajara la velocidad. Que él no le dio importancia pero que en un momento se vio cercado por la gente y bajó del auto con el arma que había comprado "en la calle" y llevaba bajo la alfombra "por seguridad". Era una 11.25. Sostuvo que le pegó a la víctima con el arma y que en el forcejeo escuchó el primer disparo, que no recordaba cómo ocurrió.
Pero el hermano del hombre asesinado, Fabián Rodríguez, que también declaró ayer, dejó en claro que Castro disparó cuando Hilario estaba "en el piso". Según el relato de los testigos, Castro habría efectuado tres disparos: uno contra la víctima, otro contra el hermano que salió en su defensa y el tercero al aire.
"Mi hermano tenía corazón y no merecía que lo maten así como a un perro. Le pido a la justicia, justicia", dijo Fabián Rodríguez ante el Tribunal.
Según la acusación, el homicidio habría ocurrido porque Hilario Rodríguez le hizo señas a Castro para que redujera la velocidad. Hubo una discusión y posteriormente el imputado bajó del auto, "cargó el arma de fuego que portaba colocándola en condiciones inmediatas de uso, golpeó a Rodríguez tirándolo al piso, donde finalmente le dio muerte mediante un disparo con el arma de fuego que portaba", narra la requisitoria. Castro iba en el Fiat Duna que usaba como taxi acompañado por dos hijos y tres sobrinos, menores de edad. El procesado afirmó ayer que tras el crimen quiso "suicidarse"