BUENOS AIRES.- Las lluvias recientes contribuyeron a mantener el estado de los cultivos de maíz en la mayoría de las zonas afectadas por la sequía, pero no alcanzaron para compensar la caída de rindes que proyecta esta campaña para el grano, debido a daños irreparables que presentaban las siembras.
Se espera una caída de la producción en torno del 26% respecto de la última campaña.
Así, con los plantíos prácticamente hechos en la zona líder maicera, los pulsos húmedos solo compensarían por el componente de rendimiento que tiene menor incidencia en la performance final del cereal, que a nivel nacional dejaría un volumen de cosecha del orden de los 14 millones de toneladas. Las zonas donde el cultivo mantiene mejor condición son las ubicadas en el norte de Córdoba y buena parte del centro de Santa Fe.