Lunes 16 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 2 > Nacionales
Estado, familia, amigos y negocios, de la mano

La comparación con el Anillaco de Carlos Menem peca incluso de tibia.

Según recientes investigaciones periodísticas, los Kirchner se las han ingeniado para aprovechar recursos del Estado nacional para promocionar, incrementar el valor inmobiliario y ampliar su propio patrimonio y el de familiares y amigos en Calafate. Ni siquiera el comienzo de una causa judicial por presunta venta de terrenos fiscales a precio vil parece haber detenido los esfuerzos que, según publicó este fin de semana la revista Noticias, habría derivado en que más de un hotel haya ingresado al grupo político-familiar. Claro que el efecto económico beneficia a toda la villa.

"La gente piensa que todo es de Kirchner", dijo a Noticias dice el dueño de una hostería en relación con la marea de realidades que se mezcla con chismes.

Ese mismo medio indicó que Romina Mercado, hija de Alicia K, y su esposo son accionistas del hotel Alto Calafate, la nueva adquisición de la familia presidencial, mientras que el hijo mayor del matrimonio, Máximo, construye su nueva mansión a metros del Lago. Cristóbal López, en tanto, construyó el Casino de El Calafate en tierras del municipio, sin haber cumplido aún la construcción de un salón cultural prometido. Sobre el hotel Los Sauces, ya integraba el patrimonio de los Kirchner, pero se agregó que es promocionado con recursos del Estado. Además, Noticias expresó que el socio de K construye un shopping con calles pavimentadas sólo para su proyecto.

La revista consigna que Natalia Mercado, también hija de Alicia K, es la fiscal que debería investigar la compra irregular de tierras que se imputa a su tío Néstor.

En 2007, Crítica Digital había denunciado que el entonces presidente Kirchner, su esposa y funcionarios nacionales y provinciales de Santa Cruz habían adquirido grandes extensiones de terrenos fiscales en la zona turística de El Calafate, sin licitación, en superficies que al menos triplican la extensión de las que se entregan a vecinos comunes, y a un precio de 7,50 pesos por metro cuadrado, mientras el precio de mercado oscila entre los 30 y los 120 pesos.

Mientras tanto, tres mil pedidos de terrenos fiscales están pendientes de aprobación municipal, y la villa turística -cuya población creció en los últimos años más de un ciento cincuenta por ciento- está virtualmente colapsada en sus servicios esenciales: falta agua, energía, gas y cloacas.

Las escrituras fueron firmadas por el intendente Néstor Méndez, por decreto.

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