Lunes 16 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 24 > Sociedad
Una multitud asistió a la Fiesta del Ñaco

EL CHOLAR (ACHM)- Unas 6.000 personas participaron de las dos primeras jornadas de la Fiesta del Ñaco en la localidad de El Cholar, donde los principales atractivos fueron las destrezas criollas y la visita al único molino harinero que continúa funcionando y que data de alrededor de 1908. Para la jornada de ayer estaban previstas la tradicional trilla, concurso de tostado y molienda de trigo, todas actividades relacionadas con el cultivo de trigo que a principios del siglo pasado fue el sustento de muchas familias del norte neuquino.

La localidad de El Cholar es la única de la región que cuenta con un predio totalmente parquizado, excepto el campo de jineteadas y que además realiza destrezas y jineteadas nocturnas.

La gente aprovechó el verdor para juntarse a tomar mate con muchas de las delicias que se vendían en los puestos, entre ellas tartas y alfajores, aunque tampoco faltaron quienes aprovecharon para tomarse una chupilca con cerveza y ñaco, y también degustar del mote.

En los lugares acondicionados con bancos de madera y techos de carrizo los espectadores se sentaron a degustar asado de mamón y chivito al asador con las frescas bebidas que se podían adquirir en la única cantina existente, donde nada quedó librado al azar.

Allí se disponían de grandes recipientes llenos de nieve traída de la cordillera donde se colocaban las bebidas y se las mantenía frescas para la venta.

En las primeras horas de la tarde del sábado la gente se instaló en las tarimas para apreciar las jineteada y si bien aplaudieron la rueda de novillos y de clinas, además de la monta de corderos, el gran atractivo lo constituyó el ordeñe de vacas ariscas.

Estos animales, encerrados en un corral fueron largados al predio donde los participantes tenían la faena de enlazarlos y luego ordeñar la vaca cuyo requisito era que estuviera parada.

En cinco minutos tenían que juntar en una botella de medio litro la mayor cantidad de leche posible. Un solo competidor logró el cometido de llenarla antes del tiempo establecido, otros juntaron un poco y muchos desistieron porque las vacas no se dejaron enlazar.

En el escenario hubo artistas regionales y de Chile, quienes comparten la misma pasión por las cuecas que fueron bailadas arriba y abajo del escenario.

También hubo tonadas, canciones populares, valsesitos, malambos y baile durante las tres jornadas.

Una actividad fuera de la común fue la convocatoria que tuvo el llamado desde el escenario para que los espectadores fueron a buscar bolsas de residuos y ayudaran con la limpieza del predio donde se podían observar botellas plásticas, latas y papeles.

La gente no desaprovechó la oportunidad de ser solidarios y colaboraron para que el predio volviere a lucir con su acostumbrado verdor.

Fue tanto la cantidad de visitantes que asistieron a la localidad, que cuenta con unos 1.000 habitantes, que el campig municipal se vio desbordado de carpas.

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