| Graciela Aguirre, la mujer juzgada por el crimen de su concubino, detalló hoy cómo cometió el homicidio en junio del 2007 y dijo que tenía "mucho miedo" de que su esposo la matara a ella y a sus hijos, aunque aseguró que "jamás" pensó en asesinarlo y que "fue un accidente".
Al declarar como acusada de homicidio simple ante el Tribunal Oral Criminal 4 de La Matanza, Aguirre (38) hizo un pormenorizado relato de cómo se inició la discusión que derivó en el ataque el 4 de junio del 2007, en un departamento de Ramos Mejía.
Según la acusada, todo comenzó cuando ella le dijo a su esposo, Ricardo Avila, que había "fideos con tuco" para cenar y éste le respondió: "metételos en el culo" y comenzó a insultarla, ya que estaba "borracho" porque se "había tomado una botella entera de vodka".
Aguirre contó que ella, su hija de 15 años y su hijo de 4 cenaron y que, cuando se fue a acostar, la agresión continuó, ya que Avila comenzó a agarrarla de los pelos, por lo que le pidió a su hija que fuera a la comisaría.
En esas circunstancias, según Aguirre, su esposo le aplicó un "sopapo" a su hijo de 4 años y "le dejó un ojo negro"
Para ese momento, según la acusada, Avila tenía un cuchillo en la mano, por lo que ella trató de quitárselo, mientras que el hombre le arrojó un vaso a su hija adolescente y le arrancó el teléfono de las manos cuando intento hacer una llamada de auxilio.
"Mi idea era sacarle el cuchillo de la mano, forcejeamos, tratamos de empujarlo para que se caiga o suelte el cuchillo, él se cayó, cuando se cae suelta el cuchillo pero lo vuelve a agarrar, mi hija se pone en el medio como defendiéndome a mi y él le empieza a tirar puñaladas", recordó Aguirre.
"Se cae contra una puerta y ahí le tire el cuchillazo, estaba parado y después cae en la cama, ahí es cuando me doy cuenta de que le pego la cuchillada en la garganta. El queda parado, da un paso para atrás y cae en la cama medio sentado, yo corro a taparle la herida, pero no pude hacer nada", contó la mujer llorando.
La acusada aseguró que en su casa había situaciones de "violencia y golpes", que Avila le "pegó mucho estando embarazada" y que los ataques fueron "cotidianos".
"Yo me fui de hecho de mi casa, pero él me seguía, me amenazaba por teléfono, amenazaba a mi familia, decía que me iba a prender fuego, que volviera con él que iba a cambiar, que no me iba a levantar más la mano, que si no volvía me prendía fuego la casa de mi mamá o que sino me iba a matar", aseguró.
Al ser consultada sobre si le tenía miedo a su esposo, Aguirre aseguró que "lo creía capaz de eso y mucho mas" y recordó que Avila además la amenazaba con "quitarle al nene", hijo de ambos.
La mujer explicó que su esposo era "muy grande" físicamente, que medía aproximadamente 1,97 metros y pesaba unos 100 kilos, mientras que ella mide 1,53 metros y pesa 61 kilos.
La mujer contó que Avila tenía problemas con la bebida, que por ese motivo "lo echaban del trabajo" y que "tomaba cerveza, vino, vodka, o lo que le pusieran en el vaso".
"Yo le tenía mucho miedo y temía mucho por ellos (sus hijos) también", expresó Aguirre, quien no obstante aseguro que "jamás" se le ocurrió quitarle la vida a su pareja. "Nunca se me pasó por la mente una cosa así", expresó.
Aguirre llegó a juicio acusada de homicidio simple, aunque beneficiada por un arresto domiciliario que le otorgo el juez de La Matanza Norberto Ochipinti.
La mujer afronta una acusación por la que podría purgar 25 años de prisión, aunque su defensa, integrada por los abogados Daniel Borojovich y Carlos Pousa Bogado, pretende demostrar que se trató de un homicidio en legítima defensa propia y la de sus hijos.
La víctima del crimen fue Avila (42), quien recibió un cuchillazo en la garganta que le provocó la muerte el 4 de junio del 2007 en el departamento de dos ambientes que la familia compartía en Barcala 546, piso 10 "A" de la localidad de Ramos Mejía, partido de La Matanza.
El debate, que se desarrolla en el edificio judicial de Entre Ríos 2795 de San Justo, está a cargo de los jueces Gerardo Gayol y Franco Fiumara, mientras que la acusación es impulsada por el fiscal Ariel Panzoni.
Para el juicio está previsto que declaren más de 30 testigos, entre ellos la hija adolescente de la acusada, quien fue agredida por Avila y presenció el crimen. Télam | |