Sábado 14 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 32 > Sociedad
Un día negro para la aviación estadounidense
Un avión con 49 ocupantes se estrelló en una zona poblada, sin que se registraran sobrevivientes. Además, falleció el dueño de la vivienda en la que cayó, donde se generó un gran incendio.

NUEVA YORK (DPA).- El accidente aéreo ocurrido antenoche en el estado norteamericano de Nueva York dejó un total de 50 muertos, confirmó ayer Colgan Air, una aerolínea regional que vuela por encargo de Continental Airlines.

Hasta ahora se hablaba de 49 víctimas, pero la compañía comunicó el hallazgo de un piloto fuera de servicio que viajaba en el aparato siniestrado y que hasta ahora no había sido contabilizado, según la emisora CNN.

Los otros fallecidos son los 44 pasajeros, cuatro miembros de la tripulación y una persona que se encontraba en tierra, en su casa. Su esposa y su hijo pudieron ser salvados de las llamas. Otras dos personas que no iban a bordo están hospitalizadas.

Madre e hijo lograron salir de la casa destruida por el avión y ponerse a salvo. Fueron llevados al hospital y se confirmó que sufrieron heridas leves.

Seis horas después de estrellarse la aeronave, el fuego estaba bajo control, según se informó oficialmente, aunque no se podía acceder aún al lugar del accidente, debido al calor extremo.

La máquina Bombardier Dash 8-Q400 cayó sobre una vivienda en la localidad rural de Clarence, cerca de Buffalo, a unos diez kilómetros del aeropuerto.

Según testigos oculares del accidente, inmediatamente después de estrellarse la aeronave explotó, por lo que se formó una enorme bola de fuego que provocó un gran incendio.

El avión había despegado del aeropuerto de Newark, en el estado de Nueva Jersey, con destino al Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara.

La nave se estrelló a las 22.17, poco antes de aterrizar. En el momento del accidente las condiciones meteorológicas eran adversas.

Se trata del accidente más grave en Estados Unidos desde que se estrelló un vuelo de Comair en Lexington, en el estado de Kentucky, el 27 de agosto de 2006. Entonces también fallecieron 49 personas.

Más tarde, los equipos de rescate encontraron la caja negra y el registro de voz del avión. Los artefactos fueron llevados a Washington para ser examinados, señaló un representante de las autoridades de seguridad aérea NTSB citado por la cadena. Se espera que aclaren las causas del accidente, hasta anoche desconocidas.

El avión de dos motores de Colgan Air perdió contacto con la torre de control a pocos kilómetros de su aeropuerto de destino. "Continental 3407 repórtese por favor", repitió varias veces el controlador aéreo. Cuando no obtuvo respuesta, se dirigió al piloto de un avión de Delta Air Lines que volaba cerca. "Delta 1998, mire unas cinco millas a la derecha si ve un Dash 8, que debería estar volando a unos 2.300 pies. ¿Ve algo?". "Negativo", contestó el piloto.

Para ese entonces, el avión ya había caído prácticamente de cabeza sobre la casa, que quedó completamente aplastada. "Fue como un pequeño terremoto", dijo un testigo que oyó la caída, Keith Burtis, al canal estadounidense CNN.

Otro de los testigos, que vive a unos 150 metros de la zona de impacto, declaró haber oído un fuerte ruido justo antes del accidente, informó el diario "Buffalo News".

"Uno o dos segundos después se produjo una gigantesca explosión. Pensé que algo había impactado contra nuestra vivienda. Toda la casa temblaba".

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