WASHINGTON (AFP).- La Cámara de Representantes aprobó ayer el plan por casi 790.000 millones de dólares que el presidente Barack Obama calificó de "solamente el comienzo" de sus esfuerzos de rescate de la alicaída economía estadounidense. El texto, surgido de un compromiso entre ambas ramas del Congreso, fue aprobado por 246 votos contra 183, sin los votos republicanos. Por otra parte, siete demócratas votaron en contra.
En el Senado, la votación comenzó a las 17.30 tras una jornada entera de debates sobre el texto. El resultado se conocería tarde en la noche para permitir al senador de Ohio (norte), Sherrod Brown, regresar a Washington tras asistir al servicio fúnebre de su madre.
El monto total del plan se eleva a 787.000 millones de dólares, según la última estimación de la oficina de presupuesto del Congreso (CBO). Más de un tercio del total está constituido de reducciones fiscales, por cerca de 286.000 millones de dólares.
El resto incluye gastos en infraestructuras, salud, ciencia y tecnología, educación y energías alternativas. "Es lamentable que incluso en estos tiempos tan difíciles para la economía, los parlamentarios no puedan resistir la tentación de sobrecargar este proyecto de ley de miles de millones de dólares en gastos inútiles que no harán nada por estimular la economía", declaró el senador republicano John McCain, ex candidato a la presidencia, en la apertura de la sesión.
Descontando la aprobación de su proyecto, Obama advirtió a empresarios en la Casa Blanca que "este plan es una etapa crítica, pero aunque importante, es solamente el comienzo de lo que creo todos ustedes entienden que será un largo y difícil proceso de recuperación de nuestra economía".
El mandatario subrayó que para enfrentar realmente la crisis, se debe atender al "sector financiero, para lograr que el crédito fluya nuevamente hacia las familias y las empresas. Debemos enfrentar la crisis en el sector inmobiliario, que ha sido uno de los orígenes de nuestros desafíos económicos. Muy pronto me referiré extensamente a esto", prometió.
En el Congreso, pese a las exigencias de la mayoría demócrata, los republicanos lograron situar el costo total del plan bajo la barra de los 800.000 millones de dólares, mientras que el proyecto aprobado anteriormente por la Cámara baja alcanzaba los 819.000 millones y el del Senado 838.000 millones.
Luego de más de tres semanas de negociaciones, la Casa Blanca debería lograr la aprobación del plan destinado a crear o salvar entre tres y cuatro millones de empleos. En consecuencia, el objetivo de los demócratas de enviar el proyecto a Obama antes del receso parlamentario de febrero sería alcanzado. En el Senado, los votos de tres senadores republicanos mo derados, Susan Collins, Arlen Specter y Olympia Snowe, parecen asegurar la salida del plan. Este apoyo es indispensable para alcanzar los 60 votos necesarios para aprobar la ley.