Jueves 12 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 19 > Municipales
Buscan desalojar una toma de alto riesgo
El asentamiento está en el barrio Vivero II de Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El Instituto Municipal de Viviendas intimó a unas 40 familias de la toma "18 de Mayo", en el barrio Vivero II, a desalojar las tierras que ocupan sobre la barda sur por el alto riesgo geológico y ambiental que caracteriza la zona.

El asentamiento se consolidó en los últimos dos meses sobre un terreno fiscal del municipio destinado a espacio verde por la inestabilidad del suelo y la marcada pendiente que impiden el desarrollo de cualquier urbanización.

La mayoría de los ocupantes proviene de los barrios cercanos y se sospecha que llegaron hasta la toma alentados por un puntero político que habría cobrado por ubicar a las familias y que prometió servicios para la consolidación del barrio.

"No sabemos como llegaron hasta el lugar porque la encuesta personal que realizamos no contenía esa pregunta" explicó el titular del IMTVHS, Enrique Mogensen, que, no obstante, mostró cierta preocupación por el posible accionar de gestores.

Meses atrás el directorio de Instituto, en pleno, recibió varias denuncias verbales de los ocupantes del Vivero II que señalaban al dirigente Juan Castilla como administrador de la toma "18 de mayo" (fecha en la que fue elegido el intendente Marcelo Cascón).

El hombre admitió haberles cobrado unos $200 por la limpieza de los lotes trazados sobre la reserva fiscal y reconoció que llevaba un registro detallado de cada nuevo vecino, con sus números de documento. El caso no fue llevado a la justicia por "falta de pruebas".

Están notificados

Entre los ocupantes notificados hay familias asentadas en la "canchita" del Vivero, que están fuera de la zona de riesgo y llevan más de dos años en el lugar. La notificación a los ocupantes, que establece un plazo de 10 días para abandonar el predio, es una tramitación administrativa que carece de validez jurídica para desalojar el lugar.

Desde el Instituto se plantea como el punto de partida para reubicar a las familias en su lugar de origen o invitarlos a dejar el lugar a cambio de una solución habitacional "de mediano plazo".

La mayor utilidad de la notificación es comunicar la "alta peligrosidad geológica" de la barda a modo de advertencia de cara a los rigores del invierno. "En ese lugar ya hubieron desmoronamientos y los desmalezamientos y movimientos en el talud para asentar las casas acentúan el riesgo" explicó Mogensen, al tiempo que aseguró que "si logramos desalojar la zona no se va a ocupar más".

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