Jueves 12 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
Livni y Netanyahu negocian, palestinos temen
Los dos candidatos con más votos buscan cómo seducir al resto de los partidos. El derechista tiene más posibilidades. En Gaza saben que la tregua tiene poca vida.

JERUSALÉN.- Tzipi Livni y Benjamin Netanyahu estaban enfrascados ayer en una lucha por ver quién formará gobierno en Israel, tras unas elecciones marcadas por el ascenso de la extrema derecha, lo que hace temer a los palestinos por el proceso de paz en la región.

A la espera de conocer los resultados oficiales hoy, el partido centrista Kadima de Livni, con 28 de los 120 diputados del Parlamento unicameral, tiene sólo un escaño más que el Likud de Netanyahu (derecha), lo que sume al país en la incertidumbre. Israel Beiteinu (extrema derecha) se colocó como tercera fuerza política con 15 diputados.

Netanyahu se reunió con Eli Yishai, dirigente del partido ultraortodoxo Shass, que formaba parte del gobierno saliente y que durante la campaña anunció que retiraba su apoyo a Livni por su negativa a sacar de las negociaciones con los palestinos la cuestión de Jerusalén.

También se reunió con Avigdor Lieberman, líder del Israel Beiteinu, partido con el que es obligatorio contar en cualquier quiniela para poder formar gobierno. "Clarificaremos nuestras posiciones y haremos lo necesario para formar un gobierno lo antes posible", dijo Lieberman, quien de madrugada negoció con Livni. "Ésta es una oportunidad para la unidad, que puede promover asuntos importantes para ambas partes", dijo la oficina de Livni tras la reunión con Lieberman.

"Livni ganó la batalla, pero va a perder la guerra", tituló ayer el diario Maariv (centro-derecha).

En medio de la incertidumbre, la radio militar anunció que el presidente Peres iniciará sus consultas con los cabezas de lista a mitad de la semana próxima, en cuanto se validen los resultados oficiales.

El resultado de las elecciones ha provocado el temor de los dirigentes palestinos a que el proceso de paz entre en una "parálisis" o, en el peor de los casos, conduzca a un rebrote de la violencia.

Un gobierno demasiado derechista podría dar lugar, según los analistas, a un enfrentamiento con la nueva administración estadounidense de Barack Obama, quien se comprometió a hacer avanzar el proceso de paz en la región.

Tanto el Likud como el Kadima defienden las candidaturas de sus jefes de fila para el puesto de primer ministro. "Supongo que el presidente escogerá a Benjamin Netanyahu puesto que disponemos de una clara mayoría", afirmó el jefe del grupo parlamentario Likud, Gideon Saar.

"El presidente designará a Tzipi, quien se dirigirá después al Likud, a Lieberman y a los laboristas para constituir un gobierno de unidad nacional", replicó Haim Ramon, viceprimer ministro saliente del Kadima. Pero Lieberman ya dejó claras sus preferencias: "Siempre hemos querido un gobierno nacional, un gobierno de derechas y creo que lo lograremos", dijo tras las elecciones, exigiendo al futuro gobierno "derrotar a Hamas", el movimiento islamista palestino que controla Gaza.

Con el apoyo de la extrema derecha y de las formaciones religiosas, Netanyahu parece tener más posibilidades de formar gobierno. El Likud puede contar con una mayoría de 65 diputados, mientras que el Kadima sólo puede contar, en teoría, con 55. (AFP)

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