BUENOS AIRES (DyN)- El dueño de un kiosco que funcionaba en el predio de Cromañón relató ante el tribunal oral que lleva adelante el juicio por la tragedia de la discoteca que "en la vereda de enfrente se vendía la pirotecnia" que presuntamente causó el incendio.
El testigo recordó que el responsable de la venta de esa pirotecnia conversó telefónicamente desde una cabina ubicada dentro del kiosco, al parecer con su esposa, a quien le comentó que "la venta estaba floja".
El testigo Víctor Fajardo recordó que no sólo había venta ambulante de pirotecnia sino también de merchandising del grupo Callejeros, no muy lejos de un "camión de la guardia de infantería que desapareció" cuando se inició el siniestro.
Fajardo recordó que en la demostración de cómo funcionaba una candela el fuego salió disparado en dirección a un colectivo que pasaba por el lugar "y de milagro no se metió por la ventanilla".
El kiosco que regenteaba Fajardo estaba ubicado a unos 30 metros de la puerta de acceso a Cromañón, posición privilegiada para observar los movimientos en la calle en torno a la discoteca.
"Me llamó la atención que nadie dijera nada. Eran flaquitas, tiraban bolitas de colores y no hacían ruido como un petardo, era como si se prendiera un fósforo", describió el testigo al referirse a la pirotecnia que vio comercializar en la puerta de Cromañón.
Fajardo admitió que no tenía habilitación para su kiosco, pero le restó importancia al tema porque los dueños del complejo en el que funcionaba también el hotel Central Park 11 le dijeron: "No vas a tener problemas".