Chivas tiene "alquilados" a los equipos argentinos y ayer lo sufrió Lanús, que apenas rescató un empate en su debut copero. Como local, el "granate" zafó de milagro, porque alcanzó el 1-1 a los 48 del segundo tiempo, por intermedio -cuándo no- de José Sand.
En la primera mitad, el once criollo pagó un precio elevado por su incapacidad para perforar una defensa sólida y ordenada, y por el grave error de Jadson Viera, que le permitió a Sergio Ávila enfrentar mano a mano a Carlos Bossio, para el 0-1. Sorpresa total en el sur bonaerense.
Hasta ese momento, Lanús no había podido encontrarle la vuelta al ingenioso planteo rival, se sintió incómodo para jugar por la escasa aparición de Sebastián Blanco y Diego Valeri, y padeció las prolijas y punzantes salidas de Chivas.
Fue por eso que las ocasiones más claras estuvieron del lado azteca, que antes tuvo la apertura en los pies de Ramón Morales y el experimentado Jared Borgetti.
El visitante, que ya sabe lo que es eliminar a argentinos (Boca y Vélez, por ejemplo) confirmó en el complemento que lo exhibido en arranque no fue casualidad y gracias a su orden extremo en sus líneas de resistencia, hizo los méritos para estirar la ventaja.
Después de que Ávila malgastara la chance más clara del ST (Bossio se tomó revancha), Lanús se dio cuenta de que debía ir a buscarlo, pero sólo consiguió llegar mediante centros. De esa manera lo tuvieron Santiago Hoyos y Germán Cano, cuyos cabezazos fueron tapados por el arquero visitante.
Pero en el último suspiro, un nuevo envío aéreo le permitió al "granate" llegar a un importantísimo 1-1. Tras un córner desde la derecha, Matías Fritzler desvió la trayectoria y Sand, en la segunda oportunidad luego de que Michel tapara su primer intento de cabeza, definió arriba de derecha para zafar y sumar. Poco, pero sumar al fin.