El socio japonés de Renault, Nissan Motor, eliminará un total de 20.000 puestos de trabajo en sus plantas de todo el mundo debido a la crisis económica internacional, según informó hoy la compañía.

El tercer mayor fabricante de automóviles de Japón prevé unas pérdidas netas de 265.000 millones de yen (1.750 millones de euros/2.257 millones de dólares) en el ejercicio actual, que finaliza el 31 de marzo, y unas ventas de 8,3 billones de yen, mucho menores que los 9,6 billones de yen previstos en octubre.

Nissan estima además que sufrirá unas pérdidas operativas de 180.000 millones de yen (1.750 millones de euros/1.960 millones de dólares), las primeras de la compañía en 14 años y también las primeras desde que el presidente Carlos Ghosn asumió la gestión en 1999.

En octubre, la compañía todavía esperaba cosechar un beneficio operativo de 270.000 millones de yen. "En todos los escenarios que nos habíamos planteado se han confirmardo o superado nuestras peores previsiones sobre la economía mundial", dijo Ghosn.

La crisis creditia y el descenso de la confianza de los consumidores son los factores que más han contribuido a esta situación, a lo que se suma el fortalecimiento del yen, añadió. La llegada de Ghosn a la compañía japonesa, tras el acuerdo de asociación con Renault, catapultó al fabricante de automóviles a la primera línea mundial en sólo cinco años.

La combinación de tecnología nipona con gestión francesa resultó enormemente beneficiosa para ambas partes, pero la llegada de la crisis internacional también afectó a Nissan y Renault, al igual que al resto de compañías del sector.

Con la reducción de puestos de trabajo prevista por Nissan, el número de empleados de la compañía desciende a 215.000. Ahora, la prioridad de Ghosn es poner en marcha rápidamente medidas eficaces para mejorar la situación.

Respecto a los resultados del tercer trimestre, de octubre a diciembre, Nissan sufrió unas pérdidas netas de 83.200 millones de yen, frente a los beneficios netos de 132.200 millones de yen del mismo período en 2007. El volumen de ventas cayó un 34,4 por ciento a 1.820 millones de yen.

DPA