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Bajo el ala del poder | ||
NEUQUÉN (AN)- A mediados de la década del 90 Juan Carlos Lepén era un joven comisario que sabía darle brillo a sus éxitos y disimular sus fracasos. Durante el último gobierno de Felipe Sapag estuvo al frente de un equipo que esclareció varios homicidios y asaltos resonantes. Pero cuando un subalterno lo acusó de quedarse con lo que no le correspondía, su padrino de entonces, el ex subjefe Aldo Pizarro (hoy concejal del MPN en Zapala) tuvo que hacer malabares para salvarle la carrera. Lepén nunca fue condenado pero su buena estrella se eclipsó un poco. Lo trasladaron a la alcaidía de Cutral Co de donde lo rescató la jueza Beatriz Martínez, quien con disimulo le encargaba tareas investigativas. Es que ocupar a un policía de las características de Lepén como guardiacárcel era, además de un contrasentido, una dilapidación absurda de recurso humano. Poco a poco se fue reconstruyendo hasta que se acomodó otra vez bajo el ala del poder y se acercó al ex ministro de Seguridad de Sobisch, Luis Manganaro. Así, fue una pieza importante del promocionado, costoso y jamás puesto en práctica Plan Integral de Seguridad: tenía a su cargo implementar el mapa del delito. Desde puestos expectantes vio incinerarse sucesivamente en el sillón de jefe a Walter Cofré, a Carlos Zalazar y a Juan Rolando Figueroa. Él en cambio, como en su época en el departamento Delitos diez años antes, se las ingeniaba para salir en la foto al lado de los crímenes esclarecidos en su carácter de superintendente de Investigaciones. Cuando Sobisch terminó el mandato se creyó que había llegado el momento de su retiro pero otra vez alguien poderoso acudió en su auxilio: Guillermo Labate, a la postre vocal del Tribunal Superior de Justicia, le pidió a Jorge Sapag que pusiera a Lepén como jefe de la Policía. El nuevo gobernador, que tenía en mente a otro candidato, accedió. Hoy Lepén hace gala de su autonomía y no le ahorra desaires al ministro César Pérez. En uno de los últimos viajes oficiales, mientras toda la comitiva almorzaba en un restaurante, el jefe de la policía se sentaba a otra mesa lejos de allí, a solas con el ministro de Gobierno, Jorge Tobares. (G.B.) | ||
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