- Durante la elección a gobernador del 2007, un corresponsal americano comentó que usted tiene más vidas que un gato. En los ´70 se le escapó al famoso comisario Telleldín, sinónimo de tortura en Córdoba?
- No me le escapé...
- Luego se cayó con un helicóptero, tuvo 39 fracturas pero zafó, maltrecho y caminando con bastón durante años, pero zafó...
- Ocurrió hace 20 años... yo era vicegobernador. Fue un accidente terrible, murieron los dos pilotos y mi secretario. Nos desplomamos desde 150 metros de altura. Soy más Robocop que Negri?
- ¿Qué deja una experiencia de esa naturaleza?
- Tantas cosas... La idea que la finitud está siempre ahí, siempre... al instante?
- La muerte es la vida que se anda pavoneando, dice Borges...
- Así es... En cuanto a lo del comisario Pedro Telleldín (N. de R: Padre de Carlos Telleldín, absuelto en el caso AMIA) fue en diciembre del ´75. Yo era estudiante y delegado gremial en municipales. Una madrugada allanaron la casa en la que vivía con mi hermano y nos llevaron al tristemente célebre Departamento de Inteligencia de la Policía de Córdoba, en el Cabildo. Ahí mandaba Telleldín. Ya antes del Golpe, era un lugar de tortura y asesinato... Un espanto... Cuando fui miembro de la Conadep, esos días se me venían encima. Por la Conadep me tocó tomar el testimonio de la primera persona que vio los enterramientos en el campo de concentración de La Perla. Luego le entregué el testimonio a Sábato.
Mario Negri tiene 55 años. Casado, cuatro hijos y abogado penalista. Comenzó a militar en la UCR pasados los 15 años. Tiene una larga trayectoria como dirigente estudiantil a partir de finales de los ´60. Ha sido diputado provincial y nacional, también vicegobernador de la provincia de Córdoba.