Eduardo Duhalde ya tiene candidato para las elecciones legislativas de octubre. Su apuesta en la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país, y donde él tiene más influencia, es Felipe Solá. El ex presidente y jefe informal del peronismo disidente cree que el ex gobernador bonaerense es mejor postulante que su otro delfín, Francisco De Narváez. Duhalde ya puso a trabajar junto a Solá a varios de sus operadores, y apuesta a que pueda concretarse una alianza con Mauricio Macri, según confirmaron a "Río Negro" fuentes del entorno duhaldista. A ocho meses de las legislativas, el peronismo opositor de Buenos Aires acomoda sus fuerzas para intentar vencer a los Kirchner.
Solá y su "padrino" político Duhalde quieren concretar una alianza con Macri porque así se garantizan conseguir un buen caudal de votos en el primer cordón del conurbano bonaerense, el más poblado, según les demostraron varias encuestas.
Duhalde tiene medido que Solá tiene buena imagen en las zonas rurales de la provincia de Buenos Aires, justo donde decaen en los Kirchner, pero que le falta penetración en los distritos más cercanos a la Capital Federal, donde Macri tiene elevados niveles de conocimiento y aprobación. La próxima semana podría materializarse la primera foto Macri-Solá. Ambos organizan un encuentro que todavía no tiene fecha ni lugar, al menos para el público. El ex gobernador bonaerense prepara además visitas a la provincia de San Luis, gobernada por otro jefe del PJ opositor, Alberto Rodríguez Saá; y también a la provincia de Entre Ríos, donde el líder del peronismo anti K es el ex senador Héctor Maya, de excelente llegada al chacarero Alfredo De Angeli.
El pacto Duhalde-Solá-Macri preocupa a Néstor Kirchner, según contó a este diario uno de los principales operadores del santacruceño en la provincia de Buenos Aires. En la última semana, Kirchner incluso envió una orden a sus dirigentes bonaerenses: les pidió que inicien conversaciones con Osvaldo "El Pelado" Mércuri, ex presidente de la Legislatura bonaerense, y actual operador de Solá en el distrito. "Hay que sacarle a Mércuri, sin él le va a costar armar una buena estructura", fue la orden K.
El peronismo opositor intenta mostrarse unido, pero sus últimos reacomodamientos provocaron fisuras entre la dirigencia. El diputado Francisco De Narváez enfureció cuando se enteró que Duhalde apoyaba la postulación de Solá como primer candidato a diputado, un lugar que él quería para él. En un almuerzo celebrado el miércoles pasado, De Narváez discutió fuerte con Duhalde porque el ex presidente ya envió a dos de sus principales operadores a que empiecen a trabajar junto a Solá: el jefe del gremio de los peones rurales, Gerónimo Venegas; y el ex diputado Carlos Brown. De Narváez no acepta de ningún modo el ofrecimiento duhaldista de que ocupe el segundo lugar en la lista de candidatos, por debajo de Solá.
"El colorado", como llaman al diputado y empresario, faltó el jueves al asado organizado por Luis Barrionuevo en Mar del Plata, donde se juntó la mayoría del PJ opositor: "Esto lo armamos para él y no vino porque está muy enojado con Duhalde. De Narváez no entiende todavía que la política no solo es una cuestión de encuestas y de manejo mediático, y que para ser candidato se tienen que lograr consensos con los jefes territoriales de los distritos, algo que él todavía no tiene. Tendría que ser más humilde", se enojó uno de los organizadores y protagonistas del asado de Barrionuevo.