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Dudan de que el blanqueo logre repatriar capitales | ||
Especialistas y ministros de economía dudan sobre la apuesta del gobierno. El jefe de Asuntos Latinoamericanos de la Reserva Federal de Dallas, Carlos Zarazaga, dijo a "Río Negro" que es "utópico" pensar en un "ingreso significativo de capitales". | ||
BUENOS AIRES (ABA) . - "Volverán las oscuras golondrinas...", auguraba el poeta Gustavo Adolfo Bécquer. Menos romántico es el interrogante acerca de si los alados capitales regresarán a la Argentina. Es que en poco más de veinte días comienza a regir la norma sobre "blanqueo" y se sabrá cuál será el destino de los fondos "fugados" del país, o que están fuera del sistema productivo. La fuga de capitales se calcula que el año pasado fue de 23.000 millones de dólares, aunque si se toma lo acumulado se habla de una cifra muy superior. Para el economista jefe para asuntos latinoamericanos de la Reserva Federal de Dallas, Carlos Zarazaga, "es utópico pensar que con un riesgo país por las nubes, en niveles similares a los que lo llevaron a la ruina, se vaya a producir alguna entrada significativa de capitales". En la concepción del experto, lo que ocurra en la situación argentina estará enmarcado por el desenlace de la crisis internacional. "Sólo si la misma se revirtiera rápidamente se podría alimentar alguna esperanza de que los capitales retornen al país. Pero aun así los montos serán necesariamente modestos, porque la nueva arquitectura internacional que surja de esta crisis global va a enfatizar necesariamente la transparencia". El ex ministro de Economía de la Nación de la segunda etapa de la presidencia de Eduardo Duhalde y la primera de Néstor Kirchner, Roberto Lavagna, tiene serias objeciones sobre los efectos de la ley en cuestión: "Más que pensar en cómo introducir capitales de origen dudoso, el gobierno debería evitar que siga saliendo dinero del país". Por un lado, Lavagna sostiene que numerosas políticas (en relación con el campo, programas de obras públicas que se quedan en anuncios, etc.) conspiran contra el acumulamiento del capital productivo, pero además destaca que hay graves riesgos de incumplir acuerdos especialmente con Estados Unidos en contra del lavado de dinero. En un estudio sobre la evolución de la evaporación de fondos, Lavagna calculó que en 2007 fue de 8.800 millones de dólares y de 16.500 el año pasado, lo que indica que prácticamente en 365 días se duplicó. Pero en cuanto a las cifras, el economista jefe del Banco Credicoop, Alfredo García, atenúa sus alcances. "De esos 23.000 millones hay que tener en cuenta que 13.700 son venta de billetes, es decir dinero que no necesariamente salió del país sino que puede estar en cajas de seguridad o "debajo del colchón". Para García saber cuál va a ser el impacto del blanqueo es mera "especulación", ya que dependerá de cómo funcione la norma. En el marco de la hecatombe internacional, para el asesor bancario "Latinoamérica es una de las regiones que en términos relativos quedó mejor parada" y, a favor de nuestro país, observa que el Banco Central contrabalanceó la dolarización (fogoneada por la gente que compra dólares) con la política de tasas de interés, poniendo como ejemplo que quien depositó 1.000 dólares obtuvo en todo el último año 1.300, siendo mucho mayor el diferencial de la tasa en pesos. De todos modos, el dilema es que si el dólar aumenta para ganar competitividad, crecerían las tasas, lo cual desalienta la inversión productiva y viceversa, si la divisa norteamericana, baja se reduce la competitividad. García cree que medidas como la reciente renegociación de los préstamos garantizados -que mejoró el perfil de la deuda en los próximos tres años- pueden despertar confianza en quienes opten por colocar su dinero en el país. Pese a todo, también García consideró inapropiada la ley de blanqueo de capitales impuesta por la mayoría oficialista, ya que implica un beneficio para quienes evadieron impuestos durante muchos años. "Son medidas excepcionales, apuntó, que en el pasado dieron dudosos resultados".
Dudas y objeciones
El ministro de Economía de la provincia de Río Negro, Pablo Verani, señala que la cuestión tiene ribetes tanto éticos como económicos. Quitado del debate el primer punto, Verani duda sobre el eventual éxito de la iniciativa: "No hay un buen clima de negocios en estos momentos en la Argentina, a lo que se suma la crisis internacional; ojalá las decisiones que vaya tomando el gobierno den resultado pero es una cuestión complicada". Para el economista Aldo Abram, la repatriación de capitales "con suerte sería mínima en blanqueo de recursos coparticipables; así como en particulares que necesitan blanquear dinero por estar en el límite para mostrar ganancias". "En un país con derechos de propiedad absolutamente diluidos -con un Estado que ante la necesidad de recursos sustrajo los ahorros para la vejez a los afiliados al sistema de capitalización-, cualquier cosa es posible; ya se confiscaron los ahorros de los depositantes en dólares para subsidiar a deudores pesificados y es sabido que cuando el gobierno necesite recursos los va a señalar con el dedo", afirmó Abram. El titular de la consultoría Exante añadió que cualquiera que conoce la Argentina sabe que "siempre va a haber moratorias o blanqueos, por lo que esta regla además de una inmoralidad es un desincentivo". Zarazaga recuerda que "como lo han mencionado varios analistas y legisladores durante el debate parlamentario, medidas como el blanqueo de capitales siempre alientan lo que dicen combatir: la evasión y el lavado de dinero, ya que crean la casi seguridad de que en el futuro habrá otras legislaciones similares que "blanquearán" estos actos ilegales". Para el funcionario en Dallas, la norma objeto de este artículo confirma la sabiduría que hay en el refrán "la necesidad tiene cara de hereje", reflejado en autoridades que "creyeron que los vientos de cola internacionales nunca amainarían, por lo que no consideraron necesario adoptar durante los años de vacas gordas políticas institucionales y fiscales que le dieran al país los ahorros públicos y la credibilidad necesaria para afrontar los años de vacas flacas sin sobresaltos". En este cuadro de situación es que Zarazaga señala que el "manotazo de ahogado" probablemente sea inefectivo para atraer capitales, porque "nada se ha hecho para revertir la imagen de país poco confiable que la Argentina viene transmitiendo al mundo desde hace muchas décadas y en especial desde la cesación de pagos del 2001/2002 y que tuvo su continuidad en el toqueteo en los sistemas de precios relativos, manipulación de índices oficiales de precios y confiscación de los ahorros con que los trabajadores pensaban vivir cuando se jubilaran". Ciertamente, en términos de transparencia y previsibilidad institucional -concluye su reflexión- "la Argentina tiene muchas materias pendientes que no se pueden aprobar con el simple expediente de una ley... Lo que hay que hacer es exhibir en los hechos, y por mucho tiempo, las conductas de un país creíble". Abram introduce un elemento comparativo al subrayar que mientras en Estados Unidos acaban de impedir que asuman dos funcionarios por problemas con sus declaraciones de impuestos, aquí se premia esa actitud. Aunque -ironiza Abram- "según la presidenta, Barack Obama nos está copiando". El analista de mercados vincula la cuestión moral con el resultado económico de la medida, ya que al quedar sin efecto las causas judiciales por evasión (para permitir el blanqueo) la corrupción (que en muchos casos es consecuencia de maniobras fraudulentas) quedará tapada. Si EE. UU. fuera la Argentina, Al Capone no hubiera ido preso", desliza Abram. Por el contrario, el gobierno quizá le prendería una vela a personajes de ese tipo para ver si puede capear el temporal. TEXTUALES • Carlos Zarazaga (Economista jefe de Asuntos Lationoamericanos de la Reserva Federal en Dallas): “Es utópico pensar que con un riesgo país por las nubes se vaya a producir alguna entrada significativa de capitales”. * * * * * • Roberto Lavagna (ex titular de Hacienda): “Más que pensar en como introducir capitales de origen dudoso, el gobierno debería impedir que siga saliendo dinero del país”. * * * * * • Pablo Verani (ministro de Economía de Río Negro): “No hay un buen clima de negocios en laArgentina, ello sumado al contexto internacional despierta ciertas dudas sobre la eficacia de una iniciativa con ribetes éticos además de económicos”. * * * * ** Alfredo García (Economista jefe del Banco Credicoop): “Hay buenas medidas que se están tomando para despertar confianza en los inversores aunque el blanqueo es polémico y con resultados no demasiado positivos en el pasado”. * * * * * • Aldo Abram (Analista de Exante): “En un país con derechos de propiedad absolutamente diluidos, el blanqueo de recursos coparticipables y el ingreso de dinero de gente que necesita mostrar ganancias será mínimo. En Estados Unidos no pudieron asumir dos ministros por problemas con los impuestos, pero en la ArgentinaAl Capone estaría libre. Aunque Cristina dijo que Obama nos está copiando”.
CLAUDIO RABINOVITCH | ||
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