NEUQUÉN (AN).- Una mujer de 32 años fue violada en la madrugada de ayer en una plaza del oeste de la ciudad, convirtiéndose en el primer caso formalmente denunciado de agresión sexual en la ciudad luego de la seguidilla de asaltos de ese tipo que conmocionó a esa zona de la capital provincial a fines del año pasado.
El violento incidente ocurrió ayer cerca de las 5.20 de la mañana en la plaza del barrio Unión de Mayo, comúnmente conocida como la plaza de Boca Juniors, un espacio verde de importante superficie ubicado a pocas cuadras de la nueva terminal de ómnibus.
La mujer, cuya identidad no fue dada a conocer por cuestiones legales, salió de su casa poco después de las cinco de la mañana para tomar el colectivo en inmediaciones de la plaza, dado que se dirigía su lugar de trabajo en donde realiza tareas de limpieza.
Sin percatarse, la joven fue interceptada por un hombre, quien de acuerdo a lo relatado a la justicia, la amenazó con un objeto punzo cortante y la obligó a ingresar a la plaza en donde los domingos se realiza una de las dos ferias del trueque de la ciudad.
Luego de ataque el agresor se dio a la fuga y la mujer quedó tendida en el césped hasta que un empleado de la empresa de limpieza urbana Cliba la encontró aparentemente en estado de shock.
Ese estado fue el que no habría permitido que la joven pudiera identificar si el objeto que el agresor utilizó para coaccionarla era un cuchillo, una navaja o una barreta con punta.
Según se precisó desde la fuerza policial la violación fue ratificada en el examen médico de rutina que se le practicó a la joven en el hospital Horacio Heller, también del oeste de la ciudad.
La investigación del hecho recayó por su gravedad en la Fiscalía de Graves Atentados Contra las Personas, que conduce Sandra González Taboada, en donde ayer por la tarde se avanzaba en la elaboración del identikit del agresor y se esperaba que anoche mismo estuviera en poder de todos los uniformados de la ciudad.
Esta violación sorprendió a los investigadores ya que si bien se produjo en una plaza rodeada de viviendas, en uno de los barrios más populosos de la ciudad, en un sector bien iluminado y en un horario en el que el alba comenzaba a permitir una mejor visión, ninguno de los vecinos consultados por la Fiscalía reconoció haber visto u oído algo de lo sucedido.