"Son burros", declaró el viernes en Mar del Plata el ex presidente Eduardo Duhalde, para descalificar la gestión presidencial de Cristina y la jefatura de Néstor Kirchner en el Partido Justicialista.
Como ex "padrino" de "el loco" , Duhalde aspira a cerrar el paso de K en la provincia de Buenos Aires -convertida perennemente en la madre de todas las batallas-, propinándole en octubre un mandoble electoral. Su ariete es Felipe Solá, en alianza con Mauricio Macri, el jefe de Gobierno de centroderecha a prueba en la ciudad de Buenos Aires, más un conglomerado de peronistas disidentes que se quieren comer crudo al patagónico.
La movida estratégica de Duhalde enojó mucho al diputado Francisco de Narváez, privilegiado por su esposa, la senadora Hilda "Chiche" González.
El empresario se sintió injustamente relegado, pero ahora están tratando de contenerlo Carlos Brown y Gerónimo Venegas.
Kirchner está obsesionado con "el traidor" Solá: con el peso de los fondos que distribuye entre los intendentes del populoso Gran Buenos Aires, ordenó dificultarle el armado de estructuras. Su otro desvelo es el vicepresidente, Julio Cobos, quien como lo adelantó en diciembre a este diario, inició el tejido de una nueva concertación con la Unión Cívica Radical, que próximamente tendrá nuevo timonel, el cordobés Mario Negri, en reemplazo del desteñido jujeño Gerardo Morales.
Los peronistas, tan especiales para olfatear sangre, perciben el agotamiento de un ciclo, acelerado por el poco sentido del humor del matrimonio, los efectos deletéreos del derrumbe económico mundial, las fallas en la comunicación y los "horrores" políticos, como admiten en privado los "reflexivos" del oficialismo (en este rubro se incluyen, entre otros, las mentiras en el INDEC, el mal manejo del conflicto con el campo y la falta de inserción internacional).
Hay distritos en donde el kirchnerismo hace agua por donde se lo mire: Artemio López dice que en Capital Federal el techo de sus aspiraciones no pasa del 15%; en Mendoza, Corrientes y Santiago del Estero el cobismo pretende cantar bingo; en Córdoba afilan los dientes "Lilita" Carrió y Luis Juez; en Santa Fe la disputa es entre el socialista Hermes Binner y Carlos Reutemann, quien no es anti-K ni pro K, aunque ya le sacó tarjeta roja al fiel diputado Agustín Rossi, atacado por una patota rural a la salida de la municipalidad de Laguna Paiva.
Néstor está plantado con su bandera en Buenos Aires para tratar de construir desde allí una victoria que confía en extender por otros 17 distritos.
"Nos vaya como nos vaya en octubre y en contra de los que ya están soñando con el poskirchnerismo, saldremos a apoyar la candidatura de Néstor para el 2011. Hay un proceso inconcluso, cuya concreción no la garantiza Reutemann, ni Solá, ni (Carlos) Das Neves", manifestaron tozudos desde la corriente federal que dirige el ex diputado por Río Negro, Osvaldo Nemirovsci.
Habrá que seguir la evolución de la economía y cómo influye en el ánimo de los votantes, permeables a los cantos de dirigentes más moderados y proclives al diálogo y la búsqueda de consensos.
"La presidenta tomó dimensión de la crisis y está abierta a los reclamos sectoriales. Su principal preocupación es la preservación de los empleos", señaló un allegado a Cristina.
En la misma sintonía se ubicó el aguerrido dirigente cegetista Hugo Moyano, quien mandó bajar las pretensiones salariales para no afectar la gobernabilidad. Además, dialogó con el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, con quien se comprometió a interceder en España ante la presidenta para aliviar la carga fiscal de los productores y exportadores.
"No presionen, porque de esa forma no conseguirán nada de Néstor", avisó. Pero hay entidades, como la Federación Agraria de Eduardo Bussi y Alfredo De Angeli, que ya están programando jornadas de protesta para la última semana de este mes.
La Federación Agraria está molesta porque el gobierno le sacó 200 millones en concepto de pagos por las cartas de porte, que a partir de ahora se distribuirán gratuitamente.
Mientras Carrió, la UCR (con Cobos "en tránsito") y el socialismo se perfilan como los opositores no peronistas, Felipe le mandó a decir a Macri que necesita su participación en la campaña, en el primer cordón del Gran Buenos Aires, donde el kirchnerismo suma gracias al esfuerzo de los intendentes peronistas a los que se atiende con obras, obras y más obras. Solá espera cosechar en el interior agrario de la provincia, donde deberá lidiar con la ascendente Margarita Stolbizer, hoy con "Lilita" y la UCR, que busca el milagro de la resurrección.
ARNALDO PAGANETTI
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