Sábado 07 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 12 > Regionales
Carencias en el servicio de Neurología del hospital
El nuevo equipo del Castro Rendón no se puede usar por falta de espacio. En la provincia hay sólo una neuróloga y por mes se hacen cientos de derivaciones.

NEUQUÉN (AN).- El servicio de Neurología del hospital Castro Rendón, el único de su tipo en la provincia, se encuentra desbordado y por mes deriva a cientos de pacientes a clínicas privadas. El área carece de equipamientos complementarios y no puede utilizar un novedoso y costoso equipamiento de diagnóstico comprado hace un mes porque no cuenta con el espacio necesario para desplegarlo.

En dos consultorios de un metro y medio por tres de largo, y con puertas tan estrechas que no pueden ingresar las camillas funciona desde hace más de una década el servicio de Neurología del hospital de mayor complejidad de la provincia, y por ende el único de su tipo.

Las carencias parten desde la cantidad de médicos ya que el servicio cuenta con sólo dos técnicas de diagnósticos y una neuróloga de adultos para el tratamiento de enfermedades que van desde trastornos del sueño hasta epilepsia.

Sin embargo, la gota que desbordó el vaso en los más de diez años que el personal viene solicitando un nuevo lugar donde trabajar, fue el arribo de un novedoso equipo informático para la realización de diversos tipos de estudios como neurofisiología, electroencefalogramas, mapeo cerebral, electromiogramas, videomistagmografías, y las más usadas polisomnografías.

"El equipo es hermoso, tiene capacidad para hacer estudios que ni los privados pueden hacer en la provincia, pero desde que llegó hace un mes no lo pudimos usar nunca porque no tenemos espacio para hacerlo funcionar porque en la sala que tenemos no entra ni una camilla", aseguró la neuróloga Mariana Rosas.

La médica explicó que el equipamiento "costó 64.000 pesos pero por la falta de espacio no lo podemos usar a pesar de que cuando pedimos su compra también pedimos un nuevo espacio donde funcionar".

Los inconvenientes con la falta de espacio son graves ya que al impedimento de recibir pacientes en camilla (los estudios también se usan para casos de accidentes de tránsito), para la realización de estudios mínimos con viejas maquinarias deben pedir prestadas otras salas. "Esta semana pasó que una paciente convulsionó en medio de un estudio y no teníamos oxígeno para darle ni médicos que la atiendan porque estamos en medio del sector de Pediatría y era un adulto", indicó Rosas.

La técnica María Arismendi señaló que "hay estudios que necesitan que el paciente esté dormido y otros que duran ocho horas y eso es imposible si estamos rodeados de niños". Mientras la necesidad de una nueva sala es urgente, Rosas señaló que "estamos derivando casi todo a centros privados con un costo promedio de 2.000 pesos por estudio y según tenemos entendidos sólo en polisomnografías se hacen 200 derivaciones por mes".

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