ROMA (Télam, DPA).- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, emitió ayer un decreto para impedir que se suspenda la alimentación e hidratación de Eluana Englaro, quien se encuentra en estado vegetativo, pero el presidente se niega a firmarlo, lo que causó una crisis política en Italia.
El decreto afirma que "la alimentación y la hidratación, en cuanto formas de apoyo vital, fisiológicamente finalizadas a aliviar los sufrimientos, no pueden en ningún caso ser rechazadas por los sujetos interesados o suspendidas por quien asiste a sujetos que no están en grado de proveer por sí mismos".
La decisión fue adoptada luego de que la familia de Eluana Englaro, de 37 años y hace 17 en coma por un accidente automovilístico, solicitara a la justicia que se suspenda la alimentación a su hija, a lo que ésta accedió.
"Desde mi perspectiva personal, siguiendo mi conciencia, me sentiría responsable de una omisión en el cuidado de una mujer cuya vida está en peligro", afirmó Berlusconi, según la agencia italiana ANSA.
Pero el presidente Giorgio Napolitano se negó a firmar el decreto de necesidad y urgencia que ordena a los médicos mantenerla viva y mandó una carta a Berlusconi diciéndole que no lo avalará porque es inconstitucional. El Vaticano, para quien dejar de alimentar e hidratar a la mujer es equivalente a la eutanasia, se situó del lado del primer ministro y criticó a Napolitano.
El cardenal Renato Martino, al frente del departamento de Justicia y Paz del Vaticano, dijo que estaba "profundamente decepcionado" por la decisión de Napolitano, un ex comunista. "Es alarmante ver que en medio de esta diatriba política se está asesinando a una persona", dijo Martino a la agencia Ansa.
Pero el padre de la mujer, Beppino Englaro, asegura que defiende la voluntad de su hija de morir en tal circunstancia. Eluana Englaro ha sido llamada la "Terri Schiavo" italiana, en referencia a la estadounidense que pasó 15 años en coma y que obtuvo el derecho a morir en 2005 tras una larga batalla legal.
Beppino Englaro, que entabló una batalla legal en los tribunales italianos durante más de 10 años, llevó esta semana a su hija a La Quieté, un centro ubicado en Udine, en el noreste de Italia, que accedió a dejar de alimentarla. Como el máximo tribunal italiano dictaminó el año pasado que el coma era irreversible y que se le debería permitir morir, los médicos de la clínica de La Quieté comenzaron ayer a retirarle los alimentos y el agua, en línea con esa decisión.
Sin embargo, Berlusconi emitió un decreto que impide que los médicos dejen de alimentarla, desafiando así la decisión judicial. Según el corresponsal de la BBC en Roma, Duncan Kennedy, el enfrentamiento coloca a Berlusconi en conflicto directo con los tribunales y con el presidente del país. Poco después de que Berlusconi emitiera el decreto, Napolitano, que había advertido que no legislaría sobre un asunto tan delicado, le dijo que no lo firmaría, un paso necesario para que se convierta en ley.
Tras esa decisión, el primer ministro dijo que convocará al parlamento, donde tiene una mayoría cómoda, para encontrar una forma de hacer cumplir el decreto, lo que despertó fuertes críticas de la oposición.