SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Ante el juez Correccional Gregor Joos, se comenzó a debatir ayer una causa iniciada el 26 de mayo de 2004 que tiene como imputado por el delito de encubrimiento a Carlos Soto, un albañil de 30 años que aseguró que encontró los elementos sustraídos a otro vecino en la puerta de su casa cuando salió para su trabajo, y que su mujer las guardó en lugar de llamar a la policía, como él le había recomendado.
El acusado aceptó declarar ante la audiencia para negar su responsabilidad en el suceso, pero luego el debate fue suspendido sin resolución, y es probable que continúe el próximo lunes.
El agente fiscal le atribuye a Soto haber recibido un equipo de música antiguo, varios pares de zapatillas, medias y pantalones entre otras prendas de vestir, dos cámaras fotográficas, una de ellas digital provenientes de un ilícito, elementos que hallaron ese mismo día en el allanamiento realizado en su domicilio, en Padre Rosales 1.220, en virtud del robo calificado cometido por la mañana en el domicilio de Marcelo Corso, en el barrio Las Victorias, quien luego reconoció los elementos secuestrados.
Soto declaró que esa mañana a las 9, cuando salió para trabajar, encontró los elementos en su patio, junto al portón que había dejado abierto, y que antes de irse le pidió a su mujer que denunciara el hallazgo a la policía. Comentó que se había enterado que los autores del robo fueron detenidos y reconocieron que él nada tenía que ver con el hecho, pero en el acta de secuestro consignaron que al realizar la policía el allanamiento, los elementos ya estaban en una habitación de la vivienda.
La audiencia se suspendió para tratar de ubicar a otros testigos, pero el damnificado por el robo no pudo ser ubicado, y tampoco un policía que participó en el allanamiento.