Viernes 06 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
Ortega y River, historia política de una (des)ilusión
El club de Núñez rechazó negociar con Carlos Ávila. Los intereses en un año electoral fueron más fuertes.

Tanto se habló de Cristian Fabbiani durante este verano, tantas veces se puso y se sacó la camiseta de River. Sin embargo, el día en que su novela tuvo final feliz, nadie habló de él. Es que el gran protagonista del verano riverplatense resultó ser Ariel Ortega. El Burrito también se puso y se sacó la camiseta de la banda roja varias veces. Y al igual que Fabbiani, lo hizo más al ritmo de la voracidad de cierto periodismo ávido de novedades que de la realidad misma, mucho más compleja y que hoy pone al Burrito lejos de Núñez.

En sólo 24 horas, Ortega pasó de ser el gran refuerzo "millonario" a la gran desilusión, de él mismo y de todos los hinchas de River. En el medio se destapó una disputa política feroz que se acentuará a lo largo del año, un año de elecciones. Ayer por la tarde, José María Aguilar confirmó la decisión del club de no seguir negociando la vuelta de Ortega en las condiciones que plantea Independiente Rivadavia de Mendoza, que pretendía casi un millón de dólares por los tres meses de préstamo que le quedan del jujeño.

Asimismo, desde River se desmintió en forma oficial la versión que indicaba que el empresario Carlos Avila iba a ceder gratis a Ortega, porque el ex dueño de Torneos y Competencias, según se informó, solicitó también 800 mil dólares por el jujeño.

"Ávila nunca ofreció a Ortega gratis, sólo quería utilizarlo para lanzarse como candidato a presidente del club", aseguraron a fuentes de la entidad de Núñez. "River no va a pagar por el préstamos de tres meses, más el contrato del jugador, cerca de un millón y medio de dólares, más teniendo en cuenta que el ´Burrito´ tiene que volver al club en poco tiempo y gratis", señalaron los voceros de Aguilar.

Mientras Aguilar y su par mendocino, Daniel Vila, negociaban la forma en que River le pagaría a Independiente por llevarse a Ortega seis meses antes de lo convenido, apareció Carlos Ávila, ex dueño de TyC, y unido a Vila por los negocios en medios de comunicación: Vila le compró a Ávila radio La Red y el canal América.

Pero esto no es lo que le importa a la dirigencia de River, le importa que Ávila será candidato a residente del club, en las elecciones de fin de año.

Todo huele raro en este asunto. Vila y River no lograron ponerse de acuerdo, pero sí Vila y Ávila cuando River y Ávila le proponían las mismas condiciones a Vila. Ávila jura y perjura que no hay intención política alguna en su decisión de pagar para que Ortega vuelva a River. Cuesta creerle.

Y River, que está convencido de que Ávila lo hace todo para posicionarse política y mediáticamente como prescidenciable, tomó la decisión política de no reincorporar a Ortega con tal de que Ávila no se salga con la suya.

Vila fue el que dijo públicamente que River renunciaba a Ortega: "Hoy (ayer) hablé por la mañana con Aguilar y me dijo que el dinero por el pase de Ortega lo iba a poner River y no (Ávila, como estaba acordado hasta ayer. Pero más tarde el presidente de River volvió a llamarme y me comunicó que su club no podía llevarse a Ortega". Eso sí, ayer arregló Fabbiani. ¿Importaba tanto?

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