Viernes 06 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 6 > Regionales
Condenan a prisión efectiva a Irigoyen, Ferrari y Santamaría por los sobornos
Cinco años de cárcel para el ex funcionario rionegrino. Consideraron acreditado que cobró más de $ 1,3 millones.

VIEDMA (AV).- La Cámara Criminal de Viedma condenó ayer a cinco años de prisión al ex presidente de Lotería de Río Negro, Miguel Irigoyen, por el cobro de más de 1,3 millón de pesos en coimas y dádivas.

El tribunal consideró "plenamente acreditado" que Irigoyen percibió coimas por 1.175.701 pesos, que fueron pagadas por el empresario Carlos "Cacho" Ferrari -ex concesionario del juego en Río Negro-, con la colaboración indispensable del ex basquetbolista Andrés Santamaría, a través de la firma Albany Trade. Por eso, los magistrados Susana Milicich, María del Carmen Vivas y Eduardo Giménez condenaron a cuatro años de prisión a Ferrari, y a tres años y medio a Santamaría.

Al ex funcionario provincial se le endilgó ser autor material y penalmente responsable de los delitos de cohecho pasivo (cobro de coima) y recepción de dádivas. A Ferrari se lo condenó por cohecho activo (pago de coima) mientras que a Santamaría se le achacó su participación como persona interpuesta para la ejecución de la maniobra delictiva.

Los tres condenados, que no concurrieron a escuchar la lectura del fallo, seguirán en libertad hasta tanto se resuelvan las apelaciones que prometieron presentar sus defensores.

Según la resolución, Irigoyen cobró las dádivas de parte de Tecno Acción -a través de Albany Trade- como un reconocimiento por su participación en los contratos entre Lotería, Altec y la mencionada firma de tecnología. Esos "premios" ilegales -tipificado como dádivas- fueron en recompensa por los "actos funcionales" de Irigoyen y ascendieron, según los jueces, a 152.994,56 pesos que fueron abonados mediante cheques que cobró Santamaría. El titular de Tecno Acción, Luis Ramírez Rojas, fue absuelto años atrás por prescripción.

A las 12.40 de ayer, el tribunal ingresó a la sala y la presidenta Milicich comenzó con la lectura de las casi 120 páginas del fallo, aunque exceptuaron la parte de las resultas. No asistió ninguno de los imputados. Sólo concurrieron el fiscal Juan Peralta y el defensor de Irigoyen, Manuel Massa.

"Ninguna duda cabe que con los elementos incorporados al debate, los hechos traídos a juzgamiento han quedado plenamente acreditados", comenzó Milicich. "Esta clase de delitos al igual que otros, como por ejemplo los de índole sexual, alejados de la mirada de terceros, no son fáciles de probar", sostuvo la juez, pero aclaró que "de manera alguna puede entenderse que lo difícil resulte imposible".

Luego puntualizó en referencia a este caso que "esa imposibilidad no se ha dado, sino todo lo contrario, el análisis conllevó absoluta certeza".

El Tribunal consideró "certeramente acreditado" que Albany fue comprada por Irigoyen a nombre de Santamaría y a los fines de que Ferrari le girara sumas de dinero al ex funcionario público por 1.175.701 entre el 13 de enero de 1999 y el 12 de abril de 2001. Se confirmó además que Irigoyen habría cobrado un giro de 10.080 pesos librado por Casino de Río Negro a la cuenta del banco Nación de la que era titular.

"Las sumas de dinero antedichas tenían como propósito que Irigoyen, en su papel de interventor de Lotería no rescindiera el contrato que tenía Casinos de Río Negro con la Provincia ante los reiterados incumplimientos en que esta última empresa incurriera", sostiene la contundente sentencia de la Cámara.

Los magistrados enumeraron los incumplimientos en los que incurrió la empresa de Ferrari, que incluyeron las obras inconclusas de los hoteles en Las Grutas y Cipolletti comprometidas en los pliegos de concesión, las deudas de canon por más de 600 mil pesos más IVA e intereses, deudas impositivas, fiscales, salariales, sindicales, previsionales y tributarias, entre otros.

"Casinos de Río Negro pagaba el canon cuando y cuanto quería. No se aplicaron intereses", expresó el fallo leído ayer.

"Lotería en la figura de Miguel Irigoyen nada hizo. Transcurrieron años de omisiones de todo tipo y facilidades de pago inconcebibles en cualquier gestión comercial", agregó.

"Y decimos Miguel Irigoyen no sólo porque era el interventor sino porque además según los testigos Rubén Bernantene y Horacio Asborno era el citado Irigoyen quien tenía la última palabra en el tema de financiación de deudas", sostienen los magistrados en el fallo.

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