NEUQUÉN (AN).- Los trabajadores del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) resolvieron iniciar un plan de lucha en pos de varios reclamos laborales centrados en el incumplimiento del nuevo convenio colectivo del sector. Los empleados se encuentran en estado de asamblea permanente y anticiparon que el lunes tomarán el edificio central del organismo.

Las medidas de fuerza fueron definidas antes de ayer en una asamblea en la que resolvieron paralizar la prestación de los servicios en todas las localidades abastecidas por el EPAS y mantener vigentes únicamente las guardias de emergencias. Además hoy realizarán una asamblea general en las puertas del organismo, el cual pretenden copar el próximo lunes, en un endurecimiento de los reclamos.

El delgado de prensa de los empleados del EPAS, Alejandro Rams, explicó que las medidas de fuerza se centran en varios reclamos laborales entre los que se encuentran la asunción del nuevo director obrero del área, el pase definitivo de los empleados que solicitaron ser trasladados al sector operativo y el cumplimiento íntegro del convenio colectivo de trabajo del ente creado hace pocos meses.

"Hay varios inconvenientes internos como el pago de las bonificaciones por vacaciones también", indicó Rams y agregó que "esperamos tener respuestas antes del lunes que viene porque de lo contrario podríamos agudizar las medidas de fuerza". Este endurecimiento de los reclamos podría llevar a la suspensión de las guardias mínimas de urgencias, dado que según argumentan los obreros "si nos siguen tomando el pelo no vamos a ser nosotros los únicos que respetemos el convenio colectivo de trabajo". Las medidas de fuerza definidas por los trabajadores abarcan también a las dependencias del interior provincial, y según se resolvió en la asamblea del miércoles los reclamos buscarán realizares en conjunto con los impulsados por los trabajadores del sistema sanitario provincial, adhiriendo para ello a las medidas que defina ATE Salud.

El reclamo de los trabajadores se da a menos de una semana de que el organismo atravesara una nueva crisis en su prestación, que llevó a un reclamo por parte de grupos de vecinos quienes incluso retuvieron media docena de colectivos urbanos exigiendo la normalización del servicio. Los empleados señalaron que la falencia es responsabilidad exclusiva de las empresas contratadas.