Viernes 06 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 6 > Regionales
El pensamiento íntimo de Félix Racco

Félix Racco no sospechaba de que lo sentarían sobre la bomba Temux cuando, el 11 de diciembre de 2003, Jorge Sobisch lo designó presidente del Banco de la Provincia del Neuquén. Dijo entonces que se proponía consolidar un BPN "creíble y seguro". Pero cuando a fines del 2004 la bomba explotó, a partir de entonces ciertas sospechas suyas se transformaron en convicciones, o casi, de que lo habían querido usar para fines "non sanctos".

Unos años después, cuando la instrucción del sumario despertó de un largo sueño -de un año y medio, poco más o menos- cuando este diario publicó el requerimiento de instrucción que había presentado el fiscal Pablo Vignaroli, Racco, enterado de los testimonios recibidos de funcionarios del banco por el juez Marcelo Muñoz (y con otros datos que solo él conoce) fue redondeando su pensamiento sobre el trámite del fraude y sus responsables.

Racco cree que la maniobra se extendió durante, al menos, todo el año 2004. A su juicio, el ex gobernador Jorge Sobisch debería ser citado por el juez (¿se atreverá Muñoz?) para que explique las razones por las cuales, en abril de 2004, designó al contador Juan Pablo Bugner, dentro de la estructura del ministerio de Hacienda y Finanzas a cargo de Claudio Silvestrini, para supervisar la gestión del BPN. Bugner, un hombre de estrecha relación con Luis Manganaro, fe a la vez ese año director ejecutivo y gerente general del banco.

El contador Racco está convencido de que si se hubieran respetado las normas internas aprobadas por el directorio del BPN el fraude no se podría haber consumado. Existían, por ejemplo. Un manual de créditos y otro de comercio exterior, que reglamentaban las operaciones en esas áreas que fueron, precisamente, los escenarios de la estafa.

Vigentes esas normas, para el ex presidente del BPN es claro que la responsabilidad principal es de los funcionarios que revistaban en puestos jerárquicos de la estructura orgánica, relacionados con el otorgamiento de descubiertos en cuenta corriente, operaciones de comercio exterior y operaciones financieras tales como el alquiler de títulos Lebac a una empresa del grupo Temux (Santa Elena Bursátil y la participación en el fideicomiso Temux-Cepa.

 

Los responsables

 

El banco tenía una auditoría interna tercerizada y una propia. No obstante, en octubre de 2004 incorporó a un profesional del estudio BDO Becher Lichtenstein y Asociados a un llamado "Comité de Auditoría". Lo hizo con el propósito de mejorar los mecanismos de control interno que, sin embargo, fallaron.

Racco ha dicho a sus íntimos que el incumplimiento de las normas responsabiliza, por ejemplo, a los funcionarios superiores que revistaban en la gerencia de créditos cuando se consumó el fraude. Serían Pablo Nogués, Gabriela Naimo y Daniel Merodio.

Una de las razones que esgrime para eximirse de responsabilidad es que ni Naimo ni Bugner le elevaron informe alguno sobre lo que estaba sucediendo con los descubiertos en cuenta corriente otorgados a Temux. Se enteró días antes de que finalizara el año 2004.

Considera, por lo tanto, que Nogués, Maidub y Merodio también deben ser imputados, e igualmente el contador Gustavo Fernández, quien entre enero y abril de 2004 fue subgerente general de Negocios. Dentro de ese lapso también hubo descubiertos en la cuenta de Temux.

No descarta Racco la responsabilidad de la hoy gerenta general Adriana Velasco y del responsable de Tesorería Carlos Maidub. Al parecer, en abril de 2004 los nombrados, reunidos con funcionarios de la gerencia de Créditos, hablaron de los excesos de financiamientos otorgados a Temux, sin informar a las autoridades de la entidad.

Por razones tal vez distintas, los integrantes del directorio ya indagados -Sandoval, Oliva, Andrian, Falletti- coinciden con Racco, en los textos que entregaron al presentarse para la indagatoria, en que la búsqueda de responsabilidades debe dirigirse hacia la llamada "línea media" del banco, formada por los jefes que ejercían funciones operativas.

Pero es posible que no existan esas coincidencias en lo que concierne a las responsabilidades de Bugner.

 

POR JORGE GADANO

jagadano@yahoo.com.ar

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