La varita mágica de Carlos Slim acaba de posarse en el "New York Times". El magnate mexicano, a quien llaman "rey Midas" porque transforma en oro todo lo que toca, ha salido al rescate del prestigioso diario estadounidense con una especie de préstamo de 250 millones de dólares.
Famoso por su buen olfato para los negocios, Slim, segundo hombre más rico del mundo según la revista "Forbes" con 60.000 millones de dólares, había invertido ya el año pasado unos 130 millones de dólares para comprar el 6,9% de las acciones del "New York Times".
Aquella operación fue una simple "inversión financiera", según dijo después, bajo la consigna que lo ha hecho millonario: comprar cuando las acciones están bajas y frotarse las manos cuando suben.
Buena noticia para la prensa escrita. Carlos Slim, que el 28 de enero cumplió 69 años, todavía confía en el futuro de los diarios en papel ante el embate de internet y otros retos que están haciendo tambalear las finanzas de los medios.
De hecho el año pasado, en un encuentro con corresponsales extranjeros en México, declaró que los diarios debían transformarse, treparse a los nuevos soportes y comprender que "no son fábricas de papel" sino de contenidos. Pero dijo que no veía cerca su funeral: "Yo no, porque yo soy de papel. Los papelitos hablan".
El acuerdo con la New York Times Company, editora también de diarios como el "Boston Globe", permitirá a la compañía tener liquidez para refinanciar parte de su deuda de 1.100 millones de dólares. En mayo tendrá que afrontar el vencimiento de una línea de crédito de 400 millones de dólares.
El grupo financiero Inbursa, una de las empresas que conforman el conglomerado de Slim, saldó con un "no hay comentarios" las consultas sobre el significado de la operación.
Pero la presidenta de la Times Company, Janet L. Robinson, indicó que la inversión "se parece a un préstamo".
Slim no influirá en las decisiones del diario porque no tendrá acciones especiales con derecho a voto, a diferencia de la familia Ochs-Sulzberger, accionista mayoritaria con el 19%.
El empresario mexicano, dueño de las compañías de telefonía Teléfonos de México y América Móvil, entregará su dinero a cambio de pagarés a seis años (warrants) convertibles en acciones ordinarias de la compañía, con un interés del 14%: 11% pagado en efectivo y 3% en bonos adicionales.
Los 250 millones de dólares no son tanto dinero para Slim, que invertirá entre este año y el próximo 800 millones de dólares para construir un complejo corporativo, inmobiliario y comercial en Ciudad de México.
Para Inbursa se trata sólo de un crédito más de los tantos que otorga. Sin embargo, nada le quita a la inversión el halo de ser una inyección millonaria de recursos de un empresario latinoamericano a una de las empresas periodísticas con más prestigio en el mundo.
ANDREA SOSA CABRIOS
DPA