NEUQUÉN (AN).- A finales de la década pasada el gobierno de Jorge Sapag le encomendó a la ENSI, operadora de la planta de Arroyito, que buscara la manera de que, a partir del vapor del yacimiento geotérmico, la villa termal de Copahue extienda unos meses su funcionamiento. Se ideó una especie de losa radiante que efectivamente impedía que la nieve se acumulara, alimentada por unos caños que llevaban el recurso desde tres nuevos pozos.
La obra funcionó, pero al poco tiempo cambió el gobierno y la administración de Jorge Sobisch hizo un deliberado abandono del mantenimiento mínimo que precisaba el sistema. El polifuncional Alfredo Esteves fue uno de los grandes detractores.
El primer invierno sin Sapag en el gobierno "Río Negro" recorrió la villa, cerrada en esa época del año, y comprobó junto a técnicos de la ENSI que no sólo no había mantenimiento sino que además la obra había sufrido sabotajes.
Salvatori dijo ayer que se rehabilitará el calentamiento de las calles de la villa para que se cumpla el cometido original de extender la temporada: empezarla antes y terminarla después.
