| COLOMBO (AFP) - El gobierno de Sri Lanka ofreció ayer amnistiar a los guerrilleros separatistas tamiles que depongan las armas y se rindan pero mantenía su ofensiva, consiguiendo una victoria más con la toma de la última base naval conocida en poder de los rebeldes. El primer ministro, Ratnasiri Wickremanayake, indicó al parlamento que algunos rebeldes estaban dispuestos a dejar las armas dado que se enfrentan a una inminente derrota de su lucha de más de tres décadas por un Estado tamil independiente. "Es una decisión sabia, y estamos dispuestos a darles la bienvenida", dijo Wickremanayake. El gobierno, sin embargo, dejó claro que rechazaba los llamamientos de la comunidad internacional, preocupada por la muerte de civiles, de entablar negociaciones para acabar con los combates. El ejército indicó haber tomado control de la base naval de Chali, la última de la insurgencia. | |