PARÍS (AFP) - Una semana después de una huelga general contra su política, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró ayer haber "comprendido" las inquietudes de los ciudadanos ante la crisis y prometió "medidas sociales", aunque manteniendo las reformas iniciadas.
En una entrevista de hora y media de duración ofrecida en directo por varias cadenas de televisión y emisoras de radio, el mandatario francés presentó una batería de medidas para hacer frente a la crisis económica y calmar así el descontento de la población francesa. "Es la crisis del siglo, sin precedentes", declaró al inicio Sarkozy. "Es la peor crisis desde hace un siglo. Debo tener ésto en cuenta y hacer que Francia entre lo más tarde posible en la crisis y salga antes de la crisis", añadió.
Respondiendo a las reiteradas críticas tras la decisión de refinanciar el sistema bancario en crisis, el jefe del Estado aseguró que por el momento "ésto no había costado ni un céntimo de euro".