DAVOS, Suiza- La reunión más sonada y vistosa de gobiernos y empresas del mundo, estancada en la indecisión y la incertidumbre, fue incapaz ayer de terminar con un plan nuevo capaz de contener, y mucho menos revertir, la turbulencia financiera global.
El Foro Económico Mundial que sesionó cinco días en el centro de esquí alpino en Davos terminó el domingo con el mismo ambiente de fatalidad y pesadumbre con el que empezó, aunque con la comprensión de que todavía se desconoce la profundidad de la crisis y de que la solución es todavía difícil de visualizar.
La crisis mundial conlleva también el riesgo de generar un aumento de la corrupción, pues los funcionarios afectados por la recesión podrían pedir más sobornos y las empresas ávidas de competir por los disminuidos recursos podrían verse más tentadas a ofrecerlos.
No obstante, el Foro Económico Mundial al que asistieron empresarios y autoridades tuvo escasas referencias al cohecho. La necesidad de nuevas normas financieras, el plan estadounidense de estímulo económico y las barreras comerciales dominaron los temas de los discursos y de las conversaciones en los corrillos.
"La corrupción es un verdadero cáncer´´, enfatizó el ex secretario general de la ONU Kofi Annan en una reunión privada el sábado. "Priva a los pobres de los beneficios de algunas actividades empresariales o de asistencia´´, además de que disipa enormes sumas de dinero de la economía legal, señaló. "Existe la tendencia a decir que la corrupción está en el Tercer Mundo, pero se requieren dos para bailar´´, dijo. "El receptor es a menudo del Sur y el sobornador es con frecuencia del Norte´´.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el mexicano Angel Gurría, advirtió que los gobiernos y las empresas deben estar especialmente atentos contra la corrupción en la crisis. Gurría insinuó que algunos gobiernos empobrecidos por la recesión serán más propensos a pedir sobornos por contratos lucrativos.
"Todo el mundo perdió en Davos´´, consideró Kishore Mahbubani, decano de la Escuela de Políticas Públicas Li Kuan Yew en Singapur.
"Mi idea es que sí necesitamos hacer una revaluación de los cimientos de todo el sistema mundial para ver qué estuvo mal, y nadie aquí está todavía dispuesto a preguntarse esos interrogantes fundamentales´´, agregó.
Entre los asistentes fue generalizada la convicción de que hay mucho por hacer, comenzando por el encuentro programado para abril entre las 20 economías más grandes en Londres.
"Ahora comienza el trabajo complicado´´, señaló el fundador del foro, Klaus Schwab, al convocar a rediseñar los sistemas globales de banca, regulación financiera y dirección corporativa.
(AP/AFP)