CATRIEL (ACA).- A mediados del año pasado la Legislatura municipal declaró la emergencia habitacional, pero con el correr de los meses quedó en claro que fue sólo reclamativa. En principio se invitó al titular del IPPV para avanzar en planes que traigan solución a la problemática. Pili se reunió con los ediles y prometió enviara sus técnicos para asesorarlos y gestionar ante Nación nuevos planes, pero ese encuentro no se concretó nunca. Los casos más urgentes - familias con hijos que habían perdido sus viviendas- aún no se han solucionado.
La idea original de los legisladores era declarar la emergencia habitacional para que fuera una herramienta que permitiera conseguir planes de viviendas que vinieran a paliar esa situación. Los ediles habían llegado a la conclusión de que se necesitaban no menos de 300 casas para poder equilibrar la situación que vivían entonces los catrielenses y que había disparado el valor de los alquileres a niveles inalcanzables para quienes no trabajaban en la actividad hidrocarburífera.
En principio surtió efecto, ya que a mediados de junio del año pasado el titular del IPPV, Vicente Pili se reunió con el cuerpo y luego de abundar en detalles sobre la situación de la vivienda en la provincia, ofreció enviar a técnicos del instituto para que asesoren a los funcionarios locales, de modo que pudieran gestionar alguno de los varios programas que tiene nación. Finalmente el 2008 terminó y la visita no se concretó, como tampoco se logró ingresar a ningún programa de vivienda.
Paralelamente, un par de familias que carecía de viviendas -tales como dos madres con más de 5 hijos que habían instalado viviendas precarias en lotes fiscales- sigue en la misma situación. Sí se anunció que pronto se iniciaría la construcción de casas, a pesar de que en pleno invierno una de esas familias se quedó en la calle cuando el viento se llevó el techo de una precaria vivienda construida con polietileno y cartón.