La decisión de un juez español de investigar a siete oficiales israelíes por un ataque contra Hamas, en Gaza, renueva el debate sobre la doctrina según la cual hay ciertos crímenes que afectan a toda la humanidad y pueden ser juzgados en cualquier lado. Hay quienes dicen que la Justicia española debería ocuparse de los asuntos internos, especialmente teniendo en cuenta que en España todavía no se han juzgado las atrocidades de un pasado no muy lejano. Otros, en cambio, aducen que está en su derecho de juzgar crímenes contra la humanidad cometidos en otro país. España no es la única que invoca la doctrina de la "jurisdicción universal". Varios estados europeos también la han usado.
En el 2001, un tribunal belga encausó al primer ministro israelí Ariel Sharon en relación con una matanza en el Líbano en 1982.
Jueces franceses investigaron a funcionarios de los servicios de seguridad del Congo y condenaron a un funcionario del Ministerio del Interior de Túnez acusado de complicidad en la tortura de un tunecino.
España inició procesos contra Augusto Pinochet, Osama ben Laden y sospechosos de violaciones de los derechos humanos en la Argentina. "Creo que determinados jueces están buscando un protagonismo, asumiendo causas que no tiene sentido juzgar aquí´´, declaró Florentino Portero, analista de la fundación conservadora española Grupo de Estudios Estratégicos. "Se está haciendo política por encima de la labor jurisdiccional".
Los casos más recientes incluyen un atentado en Gaza en el que murieron el militante de Hamas Salah Shehadeh y otras 14 personas, entre ellas nueve menores. El juez Fernando Andreu aceptó tomar el caso sobre la base de que el incidente puede haber sido un crimen contra la humanidad, lo que generó una airada reacción de Israel.
El Ministerio de Justicia israelí dijo el viernes que había enviado documentos a los tribunales españoles y que esperaba que el caso fuese cerrado pronto. "No hay duda de que esto es un cínico intento de parte de elementos contrarios a Israel de abusar del sistema judicial español para atacar a Israel", señaló en un comunicado.
El ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, favorito para volver a ocupar el cargo en las próximas elecciones, afirmó que la decisión de los españoles "hace quedar en ridículo la ley internacional". "Israel libra una guerra contra criminales ¿y nos acusan a nosotros de cometer crímenes?", preguntó en una entrevista radial. Philippe Sands, profesor de leyes de la University College de Londres y autor de "Torture Team´´, un libro en el que se examinan los métodos de interrogación empleados por Estados Unidos en años recientes, dijo que la mayoría de los países permite el procesamiento de asuntos que involucran torturas o crímenes de guerra, siempre y cuando tengan alguna conexión con esos casos.
Señaló que un tribunal de EE. UU. recientemente condenó a un hijo estadounidense del ex presidente liberiano Charles Taylor, a pesar de que los delitos juzgados habían sido cometidos fuera del país y no había nacionales entre las víctimas.
Acotó que el tema de la jurisdicción universal se complica cuando el país que juzga no está involucrado en modo alguno con el crimen. "No estoy tan seguro de que uno pueda invocar la jurisdicción universal si no hay relación alguna o cuando no hay tratados que sustenten el uso de esa jurisdicción´´, expresó Sands en una entrevista con la AP.
Bélgica dejó de usar la doctrina de la jurisdicción universal en el 2003, porque sus tribunales comenzaron a inundarse de procesos iniciados por extranjeros en torno de casos en distintas partes del mundo que eran presentados como genocidio o crímenes contra la humanidad.
Entre los acusados figuraron Colin Powell y Dick Cheney, lo que hizo que Washington amenazara con sacar la sede de la OTAN de Bruselas. El caso contra Sharon no dio lugar a una convicción.
El tema del alcance de los tribunales es particularmente delicado en España, país donde nadie fue enjuiciado por los crímenes cometidos durante la dictadura de Francisco Franco. Recién hace dos años se aprobó una ley en la que por primera vez se reconoce a las víctimas de la guerra civil de 1936-1939.
Emilio Silva, quien dirige una organización abocada a exhumar los cadáveres de los civiles asesinados por las fuerzas de Franco, dijo que no le molesta que los tribunales españoles intenten juzgar casos fuera del país. Pero acotó que hay una excepción notable en la aplicación de la doctrina de la "justicia universal´´.
"Me parece bien que investiguen a quienes tienen que investigar, pero me parece extraño que hagan una excepción con su propio país. España es parte del universo, también", expresó Silva.
Una posibilidad que podría generar grandes problemas es que algún tribunal europeo decida juzgar a la CIA y a oficiales estadounidenses por actos de tortura cometidos en cualquier parte del mundo, o incluso encausar a funcionarios del gobierno de George W. Bush por crímenes de guerra en relación con la ocupación de Irak.
Una ex funcionaria del gobierno de Bush, Susan Crawford, le dijo hace poco al "Washington Post" que Estados Unidos torturó en el 2002 al saudita Mohammed al-Qahtani en el centro de detención de Guantánamo. Fue la primera vez que una alta funcionaria del gobierno de Bush hizo una admisión de ese tipo.
Eric Holder, designado secretario de Justicia por el presidente estadounidense Barack Obama, ha dicho que considera que ciertos métodos de interrogación, como el ahogamiento simulado, constituyen actos de tortura, pero indicó que no piensa juzgar a nadie por esas acciones.
Si los tribunales europeos consideran que la Justicia estadounidense se muestra renuente a tomar estos casos, podrían sentirse tentados a intervenir, según algunos analistas. "Sin duda Estados Unidos es el siguiente paso", señaló Florentino Portero.
PAUL HAVEN
(AP)
El reportero de la AP Jorge Sáinz colaboró en este despacho desde Madrid.