FERNÁNDEZ ORO (AC).- Si bien recibió 22 puntazos -más algunos cortes minúsculos producto tal vez de una defensa tan desesperada como inútil- Agostina habría muerto por uno certero en la vena yugular, en el costado izquierdo del cuello, que corre paralela a la arteria carótida. "Una herida allí produce un desangrado en un minuto, o menos", confió un profesional que proporcionó este dato.
La investigación por este tremendo caso se halla literalmente en fojas cero, aunque hay pistas -un tanto difusas- y hallazgos, como sangre en cercanías de la casa de calle Pueyrredón y que se está analizando. Desde el momento en que se conoció el hecho, el juez Gustavo Herrera y la fiscal Rita Lucía se constituyeron en la comisaría de Fernández Oro. Hubo demorados pero ayer por la tarde no quedaba ninguno.
Tanto en esferas policiales como judiciales se reconoce que "no ha surgido una pista firme" pero sí que se manejan tres hipótesis; la de un intento de robo "al voleo" que terminó en tragedia, la de un ataque pasional y, la más extraña -aunque es la que se está mirando con suma atención- la de un "ajuste de cuentas" o "pase de factura" contra algún miembro del círculo cercano a la víctima, a la obviamente eligieron como herramienta de una venganza tremenda.